Domínico
Nadal, Cambio Total.
Creía que
estábamos claros que en estas elecciones la Marcha Patriótica no participaría.
Que se definia este período como de acumulación de fuerzas tendiente a
fortalecer las organizaciones, a la creación de nuevas, para en el futuro
entrar a mostrarnos como lo que pretendemos ser, una alternativa al establecimiento burgués corrupto.
Hoy abro la página de la Marcha y encuentro un titular que me dejó
estupefacto. “La Marcha Patriótica
Tomará su decisión ante la segunda vuelta presidencial el fin de semana”. Y, entonces? Me pregunto: Ha cambiado la situación dramáticamente como
para que le gastemos tiempo y recursos en una cuestión que ya –según mi
parecer- ya estaba definida.
Ahora bien, que haya ganado el “títere” Zuluaga, en qué cambia la
situación? No estaba eso contemplado en el juego electoral? O es que “no
estamos” en, pero “por debajito” si estamos en? Si la Marcha Patriótica se “mete”
ahora en el debate electoral –debate entre dos sectores oligárquicos (mafioso y
tradicional)-, a qué va? A ser un convidado de tercera?
Otra cosa es entrar a analizar la situación política que se dará después
de las elecciones. Desde luego que ambos –Santos o Zuluaga- seguirán la guerra.
Ninguno ha dicho que aprobará por la parte oligárquica un Cese Bilateral de
Fuegos, propuesta hecha por las FARC. No. Ambos seguirán la guerra de manera
más inmisericorde si se quiere, asesinando todo lo que tengan que asesinar y
más, para en caso de un eventual Acuerdo con la guerrilla la base social
usufrutuaria de ese Acuerdo sea la menos posbile y no se pueda adelantar lo
acordado. Así enlaza la oligarquía los diálogos en la Mesa de La Habana con el
Terrorismo de Estado, a fin de cumplir lo acordado con el imperio.
Y olvidémonos de una vez por todas que la decisión de la oligarquía sea “vamos
con todo por la Paz”. No. La oligarquía “va con todo” por la guerra, “va con
todo” con el Terrorismo de Estado. Ello ha sido puesto en evidencia ya que el
Terrorismo de Estado no ha parado ni un segundo y cada día se suceden las
masacres, las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones, a pesar que las
FARC sí ha decretado Cese Unilaterales de Fuego, que le han mostrado al pueblo
las bondades de un eventual Acuerdo en la Mesa de La Habana.
Ahora bien, tampoco ninguno de los dos candidatos oligárquicos ha dicho
que, en caso de ganar, cambiará la política económica, ni la social, ni que menos
niños morirán en los “paseos de la muerte”, ni que menos niños tendrán acceso a
la educación, ni que menos niños morirán víctimas de la mortalidad infantil,
etc, etc. No. Los dos –neoliberales, mafioso uno, tradicional, otro, pero ambos
neoliberales- aplicarán las recetas ordenadas por sus amos del Norte.
No juguemos con nuestro futuro. No hilemos tan delgado que lleguemos a
romper la madeja sin haberla entorchado. Por el camino que íbamos, vamos bien.
Dejemos que la oligarquía se despedace entre sus dos sectores, mafioso y
tradicional. Total, gane quien gane
seguirá recetándonos plomo y más plomo. La Marcha Patriótica es un ejemplo de
ello. Sus 48 muertos, asesinados por balas oficiales, nos muestran que seguirá
el genocidio de cualquier organización que ose tratar de convertirse en
alternativa a la oligarquía y al imperio.
Sigamos acumulando fuerzas. Sigamos organizándonos. Sigamos en la lucha
de masas. Si seguimos así, estamos avanzando en el camino experanzador de,
cuando tengamos la fuerza suficiente y la decisión para hacerlo, adelantar el “asalto
al cielo”. Sigamos caminando por el camino correcto. No desesperemos...
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