Por: AVN / Aporrea.org
Credito: Aporrea.org
"Venezuela atraviesa por un momento crucial, o repudia con contundencia la violencia o sucumbe ante ella, no puede haber ambigüedad, el Gobierno tiene que actuar con energía, en el marco de la Constitución y de la ley; y la oposición tiene que colocarse a derecho y repudiar a los aventureros: de lo contrario, el país estará avanzando hacia la guerra civil o la disolución de la República", recalcó Rangel durante la transmisión del programa José Vicente Hoy que transmite Televen.
El periodista comentó que dentro del ámbito de la oposición venezolana no se ha manifestado una posición clara que repudie los hechos violentos desatados desde el miércoles 12 de febrero en el país, que han generado el lamentable resultado de tres personas fallecidas y más de 60 lesionadas.
"En el mundo de la oposición tiene que haber un claro deslinde entre los que optan por la lucha cívica y los que auspician la violencia. La coexistencia de ambas posiciones es insostenible e inaceptable. En ese sentido, es deplorable la actitud asumida por el liderazgo opositor ante los graves hechos del pasado miércoles. Hasta ahora guardan silencio, se niegan a condenar los sucedido o hacen interpretaciones alcahuetas, a lo más que se atreven es a deslizar ligeras advertencias de que no comparten de forma genérica la violencia, lo que no es suficiente y genera cobardía y complicidad", subrayó Rangel.
Rangel agregó que "los líderes de la violencia" forman parte de la llamada MUD, y son precisamente los mismos voceros que "mantienen la posición de que hay que salir de Maduro, que el diálogo es una trampa y que el camino no es otro que la liquidación del proceso bolivariano".
Estos sectores antidemocráticos, resalta Rangel, "escogieron para actuar la fecha emblemática del 12 de febrero, porque era un día "que les permitía movilizar sus efectivos y realizar sus planes utilizando a sectores de la juventud".
"El resultado lo conoce todo el país: compatriotas asesinados, numerosos heridos, cuantiosos daños materiales, ataques a las sedes del organismo garantes de la legalidad democrática, el Ministerio Público, y un desbordamiento del odio similar al que ocurrió en abril del 2002, cuyo formato fue repetido por los mismos actores en esta oportunidad", sostuvo Rangel.
Establecer responsabilidades
Rangel, al analizar las posiciones asumidas durante el miércoles 12 de febrero, manifestó que en esta ocasión no será difícil determinar quienes son los responsables de los lamentables sucesos registrados en el país, producto de la violencia desatada por sectores antidemocráticos ligados a la derecha.
"No es difícil establecer responsabilidades por lo que pasó el miércoles de esta semana que concluye, hay suficientes declaraciones y amenazas por parte de dirigentes de la aventura, así como abundante material fotográfico, videos y grabaciones que recogen las escenas y rostros de los participantes. A la administración de justicia le será relativamente fácil determinar las responsabilidades", acotó.
Comentó que a raíz de la elección de Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, "algunos medios de comunicación, que actúan como voceros de los grupos que plantean la ruptura del orden constitucional y arremeten a diario contra las instituciones, alentaron los planes golpistas e incluso se burlaron de las denuncias sobre lo que se estaba tramando".
Sobre este punto, Rangel agregó que este plan golpista activado por la ultraderecha fue anunciado con suficiente anticipación por el Gobierno Nacional, por los organismos de inteligencia del Estado, por los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela y del Gran Polo Patriótico, e incluso también "por organizaciones de oposición que advirtieron sobre la existencia de elementos desestabilizadores, que con el pretexto de tomar la calle se disponían a emplear la violencia".
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