Marcha Patriotica.
4ta Convención Popular del Agua “Cuenca del Río Patía” -
Constituyente Territorial por la Paz con Justicia Social, por el derecho al agua y los derechos de la naturaleza
“Democracia es pensar la Patria desde todos los rincones”
Gran experiencia de pensamiento crítico colectivo se llevó a cabo el
pasado fin de semana en el Corregimiento de Santa Rita, con la Cuarta
Convención Popular del Agua “Cuenca del Río Patía”, organizada por el
Proceso Campesino y Popular del Municipio de La Vega, Cauca. Instalando
la lucha por el agua con las notas de La marcha del Macizo, comprendemos
que ésta, no sólo es una cuestión de supervivencia, sino que también,
es un símbolo de lucha por la unidad y la autonomía de las comunidades
campesinas, indígenas y afrocolombianas que habitan el Macizo Colombiano
y la Cuenca del río Patía, ratificando la necesidad de elevar el nivel
de organización y coordinación entre las mismas.
El evento que se realiza desde el 2007, trabajó en esta oportunidad acorde a una metodología construida desde la experiencia misma del Proceso, basada en la educación popular. La actividad que guió su desarrollo fue la realización de una Constituyente Territorial por la Paz con Justicia Social por el derecho al agua y los derechos de la naturaleza.
La realidad a la que nos enfrentamos: es que la mayor parte del
tiempo en las luchas se priorizan las reivindicaciones económicas, el
dinero. Si entendiéramos que la opresión de la oligarquía es mucho más
profunda. Entre otras cosas porque nos oprime con palabras, con leyes.
Debemos entonces, empezar a luchar por las palabras. De allí la
necesidad de seguir construyendo mandatos populares, y en clave de ley,
de la ley de leyes, la Constitución. Construir políticas alternativas,
transformadoras contra el despojo. Cansados de actas de reuniones que
después nadie lee; ahora construimos colectivamente mandatos populares,
leyes del pueblo. Como en esta oportunidad, donde la Constituyente giró
en torno a la minería y las problemáticas que ésta genera en las
comunidades. En vías a una gran Asamblea Nacional de Constituyentes por
la Paz con Justicia Social, pues entendemos que lo pequeño alimenta lo
grande, le da vida, le da contenido al gran proyecto de país que
soñamos; allí radica lo fundamental de estos espacios de debate.
El trabajo colectivo comenzó en la mañana del sábado y se desarrolló
en torno a varios ejes temáticos, donde se pensaron las problemáticas
que genera la actividad minera en las comunidades, se compartieron
experiencias de resistencia por el cuidado y la defensa de las fuentes
hídricas y se discutieron propuestas e ideas para enfrentar esas
problemáticas, atacándolas desde su raíz, pues una de las mayores
amenazas es la presencia de trasnacionales mineras en nuestros
territorios. Lo que significa para nuestras comunidades una
intensificación preocupante del conflicto social, tanto en los pueblos
como en las ciudades (persecuciones, amenazas, división entre vecinos,
delincuencia, prostitución, deserción escolar, embarazos tempranos);
crisis del tejido y la identidad cultural de las comunidades; graves
daños al medio ambiente por la contaminación de fuentes hídricas y
suelos, tala de árboles, muerte de animales, plantas; y un perjuicio a
la economía parcelaria, lo que en consecuencia significaría la pérdida
total de nuestra soberanía alimentaria. Es por ello que una de las
reivindicaciones más importantes por la que se continúa luchando es la
constitución y fortalecimiento de las Zonas de Reserva Campesina, una
forma legal (incumplida por el Estado) por la defensa integral de
nuestro territorio.
En la tarde se llevó a cabo un espacio de profundización teórica,
dialogando con las muy buenas y preocupantes ponencias de Renán Vega
Cantor y Hernando Gómez Serrano sobre la realidad que vivimos en el país
con respecto a la minería y el agua. Es que el Macizo Colombiano es la
principal estrella hídrica del país, donde nacen sus ríos más
importantes, que suministran el 70% del agua dulce que se consume en
Colombia y constituye una de las mayores fuentes de agua dulce del
planeta; en un continente (América del Sur) que contiene la mayor oferta
de agua del mundo. ¿Cuál es el principal problema que tenemos? Que
según el Estado colombiano, el agua es un servicio, no un
derecho; legalizando de esta manera el negocio sobre un elemento vital
para la vida que nos pertenece, generando todas las consecuencias
sociales, políticas, económicas, culturales que logramos identificar
durante las discusiones. En este sentido, conocemos que el 40% de las
tierras de Colombia, se encuentran concesionadas para la minería.
Están en juego las condiciones materiales de vida, pues para el
capitalismo no debería existir más el campesinado, por ello, adecuan
social, cultural y militarmente los territorios a fin de lograr nuestra
desaparición. Niegan nuestra identidad, nuestra función social,
ecológica, económica, cultural y política. Niegan casi todos nuestros
derechos. “Nos están matando”, decían varios compañeros, dejando en el
aire un silencio. Que no fue tan largo, porque con vehemencia otro
compañero afirmó: “pantalones tenemos, y bien largos; lo que nos falta
es conciencia”, escuchamos luego un llamando a la desobediencia civil;
“es que, si hicieron las leyes para ellos, a nosotros y nosotras nos
toca vivir bajo la luz de nuestros propios mandatos, de nuestras propias
leyes de pueblo.”
El domingo por la mañana (tras una noche de sábado de actividad
cultural), se propuso dialogar con los artículos referentes a
territorio, “bienes comunes” (término que se propuso y aprobó
colectivamente para cambiar el de recursos naturales) y minería que
figuran en las constituciones políticas de Colombia, Venezuela y
Ecuador, analizando en contraste los conceptos que aparecen en cada una
de ellas. De allí, se retomaron las ideas y propuestas planteadas ante
las problemáticas y se construyeron los mandatos populares en clave de
constitución, recogiendo y expresando las necesidades y los deseos de un
pueblo cansado de lainvisibilización y de la opresión histórica de este
país.
Como no podía ser de otra manera, se recordó la situación de Húber Ballesteros, un sentimiento de aprecio, admiración y solidaridad incondicional expresaron tod@s> los presentes con este compañero que hoy se encuentra injustamente apresado por el régimen.
En la
noche del domingo se realizó un cierre cultural con coplas, danza,
teatro y, la bien llamada Integración de los Pueblos. Por la mañana del
lunes, finalizamos esta Convención con una caminata hacia
la microcuencaLa Carolina.
Fueron
jornadas de mucho aprendizaje; hombres y mujeres de todas las edades,
participaron tomando nota por todos lados, escuchando, discutiendo y
proponiendo con mucha alegría, y hermandad. La organización anfitriona
ASAT- Asociación Somos Agua de esta Tierra y el pueblo de Santa Rita que
con su calidez acogió durante estos cuatro días a más de 200
participantes, despertó cariño y agradecimiento, pues no sólo
disfrutamos de los hermosos paisajes del Macizo Colombiano sino que
también pudimos degustar las comidas preparadas con los productos que
cultivan las manos laboriosas de humildes campesinos que están
dispuestos a dar la vida por esta región. Un fin de semana donde se
enalteció la dignidad del campesinado, reconociendo las dinámicas
culturales propias y defendiendo orgullosamente todo lo que comporta su
identidad, tan negada por el Estado colombiano. Así terminamos con una
de las conclusiones más importantes: Sí se puede resistir y vencer,
imponernos como pueblo en defensa de nuestra propia tierra, nuestra
propia Patria.
La
Convención contó con la participación de representantes de las
organizaciones sociales: ASAT Asociación Somos Agua de esta Tierra,
Conciencia Campesina de El Recreo, Fundación Despertar, Abriendo
Trocha,Waira Sipay, Universidad del Cauca, Coordinadora Departamental de
Estudiantes de Secundaria Cauca, Cruce de Caminos, Proceso de
Organización Estudiantil Palmira, Grupo de Estudiantes de Ingeniería
Ambiental Augusto Ángel Maya, AITPROA, Resguardo Indígena de Guachicono,
Institución Educativa La Esperanza, Coordinadora Estudiantil Tuto
González, Institución Educativa Escuela Normal Superior Los Andes,
Colombianos y Colombianas por la Paz, Fundación Universitaria de
Popayán, Asociación de Trabajadores Campesinos de Nariño, Asociación de
Trabajadores Campesinos de Argelia, Asociación de Juntas de Acción
Comunal -Asocomunal La Vega, Grupo de Teatro Identidad Campesina de
Albania, Grupo de Danza Pasos de Libertad, Junta de Acción Comunal de El
Palmar, Orquesta “Ritmo Café”, Broderick,XmenosY, Achiote Cocina
Audiovisual, Comunidad de Santa Rita y delegados de los municipios
Santander de Quilichao, Cajibío, Caldono, Cumbitara, Leiva
y Magüí Payán.
¡Si el macizo vive, vivimos todos y todas!
Un canto de lucha por amor al territorio
Written By Unknown on lunes, noviembre 18, 2013 | lunes, noviembre 18, 2013
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