Allende La Paz, Cambio Total.
En toda la alharaca de las ”viejas” y ”supuestas” acciones militares que las FARC-EP harían contra algunos especímenes de la ”clase política” -supercorrompidos y asesinos como demuestra su contubernio impúdico con los narcoparamilitares-, no debemos olividar lo fundamental sin ánimo de "tirar línea").
Y lo fundamental es alcanzar la Salida Política al Conflicto Interno, pasando sobre los ”enemigos de la Paz” y sobre las maniobras politiqueras que pretenden convertir el Proceso de Paz de La Habana en botín electorero. Eso es lo central y en el accionar político iremos descubriendo quiénes son ”amigos y enemigos de la Paz”
La Paz que el pueblo quiere, desde luego, no es igual a la paz que quiere la oligarquía. El pueblo quiere que los que generaron la guerra sean los que paguen el precio justo de la Paz, es decir, en lo aprobado en los dos primeros puntos sobresalen los puntos aún no acordados y ”tocados” como por ejemplo, la tenencia de la tierra y la improductividad de la tierra en poder de los grandes terratenientes-ganaderos agrupados en Fedegan. Son millones de hectáreas en poder de éste sector burgués que no explotan las tierras en su poder, tierras en su mayoría obtenidas mediante maniobras fraudulentas y mediante el desplazamiento forzado de campesinos e indígenas. Ante lo cual suerge la pregunta: estos sectores están dispuestos a abandonar esas ilegales prácticas?
Así en el punto de Participación Política, el cual debe ser reforzado por la discusión del papel jugado por las fuerzas militares-narcoparamilitares en el genocidio de la U.P. y el asesinato y masacramiento de la población civil desarmada, inerme, que adelantaban su trabajo político de manera legal. Recordemos que en la instalación de los diálogos de Caracas el Comandante Alfonso Cano recordaba de dónde provenía el derramamiento de sangre de los colombianos y acertadamente lo definió proveniente de la Doctrina de Seguridad Nacional y el Terrorismo de Estado. También el papel jugado por los partidos Liberal y Conservador -confabulados con los narcotraficantes y narcoparamilitares-, quienes desaparecieron a la U.P., el único real contendor que ha tenido la oligarquía en la contienda política, y quienes continúan su contubernio impúdico con los narco-paramilitares a fin de asesurar su predominio político en las regiones.
No deben llorar los oligarcas sobre supuestos e hipotéticos planes que ya ”viejos” no pueden ser revividos como muestra del cáracter de las FARC-EP ya que esos supuestos planes tenían su justificante en lo vivido en ese momento -clímax de Terrorismo de Estado y los persecución de los líderes populares-, planes que probablemente pretendían parar las miles de ejecuciones extrajudiciales, masacres, desapariciones, torturas y desplazamiento forzado desarrollado por las fuerzas militares-narcoparamilitares estatales, a instancias de la clase política en el estado, en representación de esa oligarquía farisea, hipócrita, mentirosa.
En eso de no olvidar lo fundamental juega su rol la sinceridad conque la oligarquía firmaría los Acuerdos que se alcanzarían en La Habana ya que llama la atención la insistencia -como una letanía- de la desmovilización y abandono de las armas que le exigen a las FARC-EP, en tanto el estado no estaría obligado a desmontar las Doctrinas que han dado sustento al Terrorismo de Estado y al Conflicto Interno.
Evidentemente que la Bilateralidad significa que así como las guerrillas de las FARC-EP cederían y estudiarían fórmulas de reinserción a la vida legal, así el Estado tendría que abandonar esas doctrinas asesinas que practican, lo cual sería garantía de no repetición, al tiempo que tendría que adelantar la más profunda depuración de las fuerzas militares ya que todos sabemos que la alta oficialidad está imbuída de la DSN y el Terrorismo de Estado. Además, tendría que adelantar el más grande esfuerzo de persecución de las bandas de neo-narco-paramilitares y el encarcelamiento de sus ”líderes”, sean capos o políticos en ejercicio, a fin de que los políticos-terratenientes-ganaderos-militares pasaran a ”uso de buen retiro”.
Igualmente, en el punto siguiente a discutir, tendrían en la Mesa de La Habana que tocar necesariamente el papel jugado por Estados Unidos y sus gobiernos en la génesis y desarrollo del uso de estupefacientes y en la mal llamada ”guerra a las drogas”, verdadero engendro que ha permitido la injerencia nefasta del imperio en nuestros asuntos internos, es decir, tocaría hablar de Soberanía Nacional.
No olvidar lo fundamental
Written By Unknown on miércoles, noviembre 20, 2013 | miércoles, noviembre 20, 2013
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