José María
Carbonell, Cambio Total.
“Yo soy el dueño
del balón” y por eso a La Habana van a hablar con las FARC los que ”a mí me da
la gana », y punto. Y posa desafiante, mostrándose como el
« coco ».
Ello pareciera
desprenderse de la « autorización » de JMSantos a la comitiva del
congreso –un congreso que huele a podrido- para ir a entrevistarse con los
delegados guerrilleros. O de la posición asumida por el procurador ordóñez de querer
investigar si la gente que se entrevistó con las FARC en anteriores ocasiones
contaba o no con el aval del gobierno. Y si no, entonces cometió un
« delito ».
Ala, chino,
pongamos las cosas en su correcta perspectiva. A La Habana puede ir cualquier
colombiano o extranjero a hacer las cosas que quiera, por ejemplo ir de
turismo, o a un evento académico de los miles que se realizan mensualmente en
la Isla de la Libertad, y entrevistarse con los delegados de las FARC porque
allá en Cuba los guerrilleros son libres de moverse y verse con quien quiera,
al igual que las personas que los visitan.
Entre otras cosas
porque Cuba sí sabe lo que es sobaranía nacional. No como los cipayos
arrodillados del gobierno colombiano que posan su « temblorosa rodilla
ante el oro americano », como decía Gaitán. Esa soberanía cubana permitió
y permite que los diálogos los realicen los guerrilleros sin presiones de
ninguna índole, algo así como el equivalente a estar dialogando en el Caguán,
pero sin estar en el Caguán.
Reluce entonces
la asimetría conque el gobierno colombiano quiere manejar las cosas en torno a
las conversaciones de la Mesa de La Habana. Ya lo dijo el Comandante Timoleón
Jiménez de las FARC cuando señala enfáticamente que el gobierno si puede
utilizar los Acuerdos alcanzados hasta el momento, proponerlos mediante
proyectos de ley al congreso, explicarlos a los empresarios urbanos y rurales,
a partidos políticos, etc, rompiendo la confidencialidad del proceso, y las
FARC no puede porque a las FARC les está vedado comunicarse con los colombianos
por la simple razón de que a JMSantos no le gusta el tonito jodido y jodón del
tal Timochenko.
Así como el
presidente Santos habla a los « suyos », las FARC-EP tienen todo el
derecho a hablarles a todos los « propios », es decir, a todo el
pueblo colombiano, el cual por estos días anda todo alebrestado con el Paro
Agrario y Popular. Y el santurrón no tiene suficiente conque sus delegados
discutan en la Mesa de La Habana, sino que incluso se abroga el derecho de
amenazar a las FARC –como si las FARC le tuvieran miedo al « coco »-
utilizando insumos de la Mesa porque las FARC no quieren ceder en tal o cual
punto que es del interés personal del presidente. Por ejmplo, llegar a Acuerdos
antes de noviembre porque él « necesita mostrar esos Acuerdos »
para lanzarse a la re-elección.
Así las cosas, el
presidente usa la misma asimetría que usan en la guerra, en la Mesa de La
Habana. Y contra eso están las FARC. Y contra esas imposiciones está el
conjunto del pueblo colombiano. Por eso, el Comandante Timochenko lo fuetió y
todavía –dicen- tiene JMSantos el nalgatorio enrojecido. Si ve las que se
buscan ? Ah, la arrogancia de una oligarquía que no han entendido que con
las FARC la cosa es de igual a igual o de no se jode la vaina !
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