El exministro, protagonista de los procesos de paz con las Farc desde los 80, dice que para firmar la paz es necesaria una constituyente y que ese grupo subversivo preferiría correr riesgos sin Santos a dejarse presionar con un referendo que no le da garantías.
Álvaro Leyva asegura que sí conversó con las Farc en La Habana, pero lo hizo con consentimiento del Gobierno. / Reinhard Dienes
En una semana clave para el trámite del referendo
de paz propuesto por el Gobierno, El Espectador habló con el exministro
Álvaro Leyva, quien sostiene que las Farc no aceptarán nunca ese
mecanismo de refrendación, ya que conlleva algo que no se le ha contado
al país: darle facultades de las tres ramas del poder al presidente
Santos para el proceso de paz.¿El proceso de paz agoniza? ¿O lo que está sucediendo es normal?
Ni está agonizando ni es normal. Está en un momento difícil, porque no estamos sólo en un proceso de paz, sino de otros ingredientes: elecciones y reelección de Santos.
¿Todos los problemas que hay son por la necesidad del presidente Santos de reelegirse?
Hay insistencias del Gobierno en la mesa que son necesidades del mismo, pero no se requieren para llegar a la paz. ¿Cuáles? El referendo. El Gobierno quiere atarlo a una fecha electoral, cuando ni siquiera el punto está siendo evacuado en la agenda. Es decir, por un lado el Gobierno ha insistido en no salirse de la agenda y en que los puntos se deben tocar tal y como se consignaron en ella. La refrendación, que no se puede confundir con el referendo, es el punto seis y hasta ahora se está evacuando el punto dos. Si hacen el referendo y se trastoca la agenda después de decir que es inmodificable, es porque se le presentó una necesidad al Gobierno ajena al proceso mismo para llegar a la paz.
¿El referendo es un tema que se ha venido tratando en la mesa?
Es un tema extramesa sobre la base de que no debía trascender y que no se podía decir nada sobre el mismo, entre otras cosas porque estaba adelantado el punto de la agenda.
¿Ha sido sólo el Gobierno el que se ha salido de la agenda?
El Gobierno es muy quejoso de cosas que ellos (las Farc) sueltan, como cuando hablaron de los paros que no están en la agenda, pero si ocurre uno ellos hablan al respecto. Eso lleva a que el Gobierno tenga que decir que las Farc se están saliendo de la agenda. Aunque Santos dice que nada de lo que se diga por fuera de la mesa es, y el que más dice por fuera es él. Es como decirle al público que muchas de las cosas que habla no valen. Hay unos afanes que llevan a tropiezos.
Los paros debilitaron al gobierno. ¿Les conviene a las Farc un Santos debilitado ante la opinión ?
Aquí hubo una cosa que todo el mundo desechó. Un amigo del Gobierno hace ocho días me dijo: si hubiéramos revisado eso en su momento no estaríamos metidos en todo esto. Y es el aplazamiento del calendario electoral. No el de la presidencia, sino el de todos.
Aplazamiento al que Piedad Córdoba le hizo fuerza.
Ella no entendió bien la propuesta. Piedad, que es una persona que admiro a pesar de no tener comunicación con ella, hace una labor que aplaudo y respeto, pero a veces dice cosas a destiempo. Eso requería que saliera de la mesa, no era para votarlo así, porque lo mató de entrada. Estaríamos en una situación completamente diferente si se hubiera hecho bien.
¿Por qué las Farc querían aplazar el calendario electoral?
Mire, interpreto esa propuesta de manera bondadosa para el Gobierno, significaba que quería hacer la paz con Santos. Porque si no estuvieran buscando la paz con él, no hubieran hecho esa propuesta. Creo que ellos preferirían correr riesgos sin Santos, a que los metan a la carrera en un referendo en donde no existen las seguridades que se están buscando. Hay una falta de análisis político enorme en el Gobierno. Sería una vergüenza que dentro de un mes tengan que decir que el referendo no, porque para él se necesitan dos partes.
¿Las Farc aceptarán el referendo?
No, no lo van a aceptar. Pero no porque lo diga yo. Al referendo hay que meterle unos ingredientes que para ellos son fundamentales, como el Marco Jurídico para la Paz. Les proponen un marco jurídico que ni siquiera está desarrollado legalmente. Uno que requiere una ley estatutaria y conocimiento de la Corte Constitucional. Les piden que se metan a un referendo sin saber cómo va a terminar.
¿Eso quiere decir que las Farc no tienen la intención de firmar acuerdos antes de las elecciones?
No hay compromiso de fecha, aquí se puso una plazo que coincide con la necesidad de quien quiere reelegirse. Cuando se acordó la agenda los representantes del Gobierno no tuvieron en cuenta eso, o por lo menos no plasmaron nada que estableciera que esto iba hasta el momento en que estuviéramos próximos a las elecciones. Sale una fecha de un cubilete porque hay una necesidad electoral.
¿Las Farc pueden decir que no tienen reloj, pero no sería perjudicial para ellos si la reelección no es de Santos?
He hablando con interesados en la Presidencia y hay un doble discurso, uno hacia dentro y confidencial, y otro hacia fuera. Aquí lo que caló de Uribe fue la seguridad democrática, entonces muchos de los personajes que están en la actividad política deben mantener esa bandera, porque es el momento de salir a cosechar votos. De tal manera que en principio no les creería a los que están hoy en la arena política porque están detrás de los votos y de montarse en las encuestas.
¿Qué tan cercano está usted al proceso?
Me siento muy cercano porque no hay cosa que se produzca por la que inmediatamente no tenga una opinión.
Tiene contacto con gente en La Habana o no?
Si es necesario se puede buscar, hay unos que dicen que sí, otros que dicen que no. El año entrante cumplo 30 años de haberme vinculado a los procesos de paz, eso lleva a que uno pueda estar al tanto de muchas cosas para las cuales no necesita conversar.
Le insisto, ¿ha tenido contacto con la gente de La Habana?
En una oportunidad fui a La Habana y lo dije para que no fueran a pensar que estaba conspirando. Busqué al ministro del Interior y no me quiso recibir, insistí en Palacio y tampoco me quisieron recibir. Le pedí cita al hermano del presidente y me la dio, fijó una fecha y por la mañana dijeron que no. Busqué a Angelino Garzón, a Juan D. Jaramillo, no se pudo. Uno no puede estar donde no lo convoquen.
¿Usted quería hablar con ellos porque venía de La Habana de hablar con quién?
En ese momento estuve con ellos y aquí lo supieron. Me pareció que yo había captado una serie de cosas útiles, pero uno no puede transmitir si no quieren que lo haga. Eso hace que uno tome medidas, pero no significa que no tenga unas seguridades respecto de lo que está sucediendo y que no tenga la suficiente capacidad como para no anticipar.
¿Cuando estuvo en La Habana les habló de la constituyente?
Cuando hay unas malquerencias y falta la objetividad viene una postura negativa. Yo he sido amigo de la constituyente. Muchos dicen que las Farc son amigas de la constituyente porque yo lo dije. Y no, ellos son amigos de la constituyente desde hace rato. Varios años atrás hablé mucho con ellos por radioteléfono y tengo grabaciones de Jacobo Arenas diciendo que esto requiere una constituyente. Después trataron de entrar a la constituyente y por eso se hizo Caracas para intentar que ellos pudieran entrar, pero De la Calle lo impidió. Todo lo de La Habana lo inventamos para la constituyente, entonces ellos tienen una cosa muy fuerte que el Gobierno no ha querido comprender, yo puedo desaparecer del mapa, pero ellos van a seguir insistiendo en un hilo histórico. Ellos se mueven como se mueven los cristianos, pegados a la historia y eso lo sabe el Gobierno.
¿Es usted asesor de las Farc?
Muchos lo creen así. Cada cual dice lo que quiera, esa lección la aprendí hace años. Después de superar aspiraciones y luchas de carácter personal, mi única misión es la paz, por encima de intereses de partidos y personas, y por más prestantes que ellas sean. Eso tiene su precio, sin embargo, es lo que pienso después de estar casi 30 años en las lides de la reconciliación.
‘Les propusieron crear un congresito’
Timochenko’ amenazó con contar cosas que el Gobierno les ha propuesto en privado. ¿Qué es lo que no sabemos?Sé que les propusieron un “congresito”, pero nadie sabe para qué.
¿Cómo así un “congresito”?
Que en el referendo se le entreguen al presidente unas facultades para que desarrolle la agenda, para que dicte decretos, leyes y reformas de la Constitución
¿Lo que está diciendo es que ese referendo traería inmersa la creación de un “congresito” para que a Santos se le den unas facultades y que legislativamente pueda hacer lo que quiera?
¡Y todos los temas de la paz! ¡Imagínese un solo señor decidiendo sobre el agro y la política! Y lo incluye el acuerdo de paz.
¿Eso se lo dijeron los negociadores del Gobierno a las Farc?
Sí. Eso que se ha dicho sotto voce ha comenzado a salir, entre otras cosas porque la carta de Timochenko lo explica: un “congresito” con un Congreso existente.
Aplazado el viaje de los congresistas a Cuba
¿Ese “congresito” estaría supuestamente compuesto por quiénes?Vaya usted a saber. Es cuando dicen que se dé a conocer lo que el Gobierno les propuso a las Farc sobre ese “congresito” y lo que incluye el referendo.
Entonces, ¿lo que ‘Timochenko’ amenaza con contar es lo que les propusieron sobre el referendo y el “congresito” o hay muchas cosas más?
No sé, hasta allá no van mis audacias. Pero imagínese cuántas cosas no habrán conversado allá.
¿Los congresistas tienen noción de la intención de ese referendo de darle facultades extraordinarias al presidente?
No creo. Por eso intuyo que pararon la fecha de viaje de los congresistas a La Habana.
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