Quiénes se oponen
a la firma de un Acuerdo de Paz entre las FARC-EP y el gobierno nacional ?
Quiénes son los usufructuarios del estado de guerra en nuestro país ?
Evidentemente que
los sectores más retardatarios del país que han impulsado por más de 50 años la
guerra en nuestro país. Son ellos los grandes usufructuarios de la guerra. La
llamada « extrema derecha » que cobija a no solo a políticos, sino a
militares, terratenientes-ganaderos, empresarios y hasta sectores financieros,
los cuales ven en la guerra la forma de apoderarse de las tierras de los
colombianos y que adelantan la mayor e inhumana de la explotación del trabajo
de los colombianos pobres.
Evidentemente que
tras su posición política se esconde una razón económica. La gran prensa
burguesa mama de la teta estatal con la propaganda que pagan el esado y los
empresarios. Entonces ellos le trazan la « pauta ». Los militares –algunos
afortunadamente- quieren la guerra porque siguen recibiendo beneficios
económicos : jubilación en la mitad del tiempo, bonificaciones por orden
público, bonificaciones por « positivos » que ya sabemos resultan en « falso
positivo », mientras al soldadito le toca, ahí sí, pagar los dos años de
servicio militar. Ni se diga de los terratenientes-ganaderos que han corrido
las cercas de sus propiedades al amparo de la guerra militar-narcoparamilitar.
Igualmente los « empresarios » como Luis Carlos Sarmiento Angulo
comprometido en compra fraudulenta de terrenos « baldíos » y hasta el
ex vice Francisco Santos quiere volverse terrateniente, luego que fuera un
fracaso como periódico-teniente.
Ese sector es
representado por Uribhitler y como se está mostrando en las propias encuestas que
adelantan es apenas el 2% de la favorabilidad de los colombianos. Por qué
entonces « suenan » tanto ? Porque los mismos medios burgueses
les dan cabida. Y todavía insisten en mostrarnos la gran « favorabilidad »
de Uribhitler con el « efecto teflón », el cual está más que
derretido. No sigamos con mentiras, señores de la prensa oligárquica (Caracol,
RCN, El Tiempo, El Espectador, Semana, etc). El « cuento del gallo capón »
ya nos lo sabemos los colombianos.
Por ello, entender
que durante el conflicto se ahondaron las desigualdades sociales evidenciadas
en la tenencia de la tierra, la super explotación de los trabajadores, el
abandono de las obligaciones sociales del estado y sus gobiernos, y en la
aplicación del Terrorismo de Estado que deja más de 500.000 víctimas, es
precisamente el insumo que nos impele a conseguir la Paz, Paz que implica
subsanar las causas del conflicto y adelantar no sólo el silencio de los
fusiles, sino emprender la construcción de una Nueva Colombia en Paz con justicia
social, libertad, democracia, independencia y soberanía nacional.
Esa es la única
tarea plausible. Y le toca al Estado –como gran y único responsable por haber
declarado la guerra a 48 campesinos en Marquetalia, Tolima-, adelantar las
acciones políticas y económicas para acabar el conflicto interno. El que
decreta la guerra debe expedir un nuevo decreto señalando su terminación. Entre
esas acciones políticas debe estar, naturalemente, firmar los Acuerdos con las
FARC-EP en la Mesa de La Habana.
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