Ver Video
“Buenos días, un saludo para todos los boyacenses.
Quiero referirme al paro, al paro agrario, y con cuatro puntos muy sencillos.
El primero, el señor presidente de la
República habló de un paro pobre. Y ese paro pobre fue recibido aquí en
Boyacá como si fuera un paro pobre en sus causas, es decir, se trata de
un paro de campesinos, se trata de un paro de lecheros, se trata de un
paro de cebolleros, se trata de un paro de paperos, se trata solamente
de un paro de camioneros, algo que realmente no tiene mucho peso, y eso
enardeció a los campesinos boyacenses. Y por eso yo creo que es
necesario e invito al señor presidente a que se acerque a este paro, a
que lo vea con otros ojos, a que en lugar de haber enardecido los ánimos
con sus palabras, pues ahora como que dé una voz de esperanza para que
se llegue a un diálogo, y a un diálogo efectivo.
Segundo, a los campesinos quiero
decirles que estamos todos apoyando su causa, estamos todos apoyando su
deseo de salir adelante, tanto a los paperos como a los cebolleros, como
a los mineros, especialmente a los mineros lícitos y a todos los demás
que están en estos momentos luchando para que se les haga justicia. Las
manifestaciones de ira hay veces que se necesitan cuando no hay otra
manera de hacer ver una situación negativa, como en este caso la
injusticia que están viviendo todos los campesinos. Naturalmente que
defiendan sus derechos humanos, pero sin pisotear los derechos humanos
de los demás boyacenses, que también tienen que seguir viviendo, salir
adelante, realizar sus tareas, etcétera.
Y quiero invitar a la Policía a tener un
poco más de discreción en su actuar,porque he oído decir, las quejas me
han llegado continuamente, de que se meten hasta en las casas a buscar a
la gente, a perseguir al uno, a perseguir al otro, a alterar ese
santuario del hogar, es algo indebido creo yo, porque es alterar la vida
niños, mujeres, de todos. Entonces es muy importante y yo los invito a
revisar esa manera de actuar para que no extendamos más los daños y el
sufrimiento aquí en nuestra tierra de Boyacá.
Y finalmente le digo al Estado, si el
Estado está pensando que este problema de la papa, de la cebolla, de la
leche se va a resolver sencillamente aumentando las importaciones de
papa, de cebolla o de leche pues está haciendo algo tremendo, tremendo,
porque eso podríamos llamarlo una traición de patria, sencillamente
porque la patria es la gente. La Constitución siempre ha tenido ese
espíritu de primero la gente y entonces qué bueno que se considere
primero la situación de esta gente que es el campesino y que en lugar de
decir que vamos a resolver este problema de otra manera, se resuelva de
la única manera que se está pidiendo: haciendo justicia y acogiendo y
escuchando esos pedidos para un bienestar y para una producción más
justa por parte de toda esta región.
El campesino es noble y leal, el
campesino merece ser escuchado, el campesino no puede seguir en esta
situación. El gran problema de Colombia es el campo y entonces pues yo
invito también al Estado a que se acerque a todos estos campesinos que
necesitan ser escuchados, escuchados no por periodistas, sino escuchados
por las personas que dirigen que dirigen la Patria, por las personas
que tienen en sus manos la posibilidad de hacer que se pase de la
injusticia a la justicia.
Que el Señor bendiga a nuestra Colombia,
que el señor bendiga a todos nuestros campesinos, que el Señor bendiga a
todos nuestros dirigentes.
Buenos días”.
Publicar un comentario