El anuncio del primer mandatario colombiano de suscribir un
acuerdo de cooperación con la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) durante este mes de junio, muestra el interés del ejecutivo
de esa nación en formar parte de esa organización militar de las
potencias occidentales. Una traición a la Unasur y un desinterés por las
negociaciones de paz con las FARC.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos
03|06|2013
En el marco de un acto de ascensos de la Armada en Bogotá, Santos
señaló que “Colombia tiene derecho a pensar en grande” y que va a buscar
ser de los mejores “ya no de la región, sino del mundo entero”.
“El Ministerio de Defensa colombiano suscribirá un acuerdo de cooperación con la OTAN”, anunció, al tiempo que manifestó que “si el país alcanza la paz en las negociaciones con las FARC-EP, el Ejército buscará también distinguirse en el ámbito internacional”.
“Lograda la paz, nuestro Ejército está en la mejor posición para poder distinguirse también a nivel internacional. Ya lo estamos haciendo en muchos frentes”, sostuvo Santos en su discurso en la Fuerzas Armadas.
Esta decisión del Gobierno de Colombia se puede comprender dentro de los movimientos internacionales que viene haciendo Washington y donde dentro del redespliegue militarista estadounidense necesita tropas anexas provenientes de los países adictos, como es el caso colombiano, para cubrir varios frentes abiertos en Asia y África, y salvaguardar sus intereses en Nuestra América.
En el caso colombiano, los guiños de Santos a la estrategia norteamericana en la región se aceleraron notablemente durante el pasado mes; participando en la , en la 17ª ronda de negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y con la celebración de la invitación a la Organización de Cooperaciòn y el desarrollo Económicos (OCDE).
La gira del vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, por América Latina la semana pasada, tuvo su primera parada en Colombia. En Bogotá, el número dos de la Casa Blanca, se reunió con Santos y allí analizaron el TLC que mantienen estos dos países hace un año, el proceso de paz con las FARC, la lucha contra el narcotráfico y el respaldo de Estados Unidos para que Colombia ingrese al OCDE.
UNASUR
La decisión del presidente colombiano de solicitar el ingreso a la OTAN significa para la región , y en especial para la UNASUR, una traición al bloque que supieron armar y fortalecer, Kirchner, Chávez y Lula.
Luego de la visita del vicepresidente estadounidense Joseph Biden a Colombia, queda claro que hay una imposición y un acuerdo de la oligarquía colombiana con Estados Unidos para romper UNASUR y debilitar al gobierno de Venezuela, porque no es una iniciativa aislada de Colombia, este fue el país elegido y seguramente eso es lo que piden a cambio por haber firmado el tratado del Libre Comercio.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rechazó ayer la solicitud de alianza con la OTAN.
Ortega lamentó que su par colombiano “haya expresado la decisión en nombre del pueblo colombiano de incorporarse a esa organización militar, la Organización del Tratado Atlántico Norte, que no tiene razón de ser”.
Igualmente, Ortega cuestionó que mientras los países de américa del Sur y el Caribe promueven y fortalecen el desarrollo y unión de sus regiones para “definir una zona de paz”, el Gobierno de Colombia pretenda esta alianza con la OTAN.
Destacó que la principal fortaleza de América Latina está en la paz, no en que sus naciones “se llenen de bases militares extrarregionales” ni que “nuestros países vengan a incorporarse a organizaciones como la OTAN, cuyos méritos han sido bombardear, asesinar y destruir. Eso ha hecho la OTAN en los últimos tiempos, lo ha hecho y tiene una política de continuar haciéndolo”, alertó.
El gobierno de Cuba, a través del Ministro para las Relaciones Exteriores, Bruno Parilla expresó que "Cuba tiene una invariable posición de solidaridad con Venezuela y de reconocimiento al gobierno legitimo que encabeza el presidente Nicolás Maduro, cuyo decisivo triunfo del 14 de abril es expresión incuestionable de la voluntad soberana del pueblo venezolano.
"La oligarquía golpista, al servicio de grupos de poder de los Estados Unidos, realiza una campaña antidemocrática contra la institucionalidad de Venezuela con el propósito de desestabilizar al país.
"Estas acciones y cualquier apoyo directo o indirecto a ellas daña la unidad de America Latina y el Caribe, menoscaba su independencia y lesiona los esfuerzos de Venezuela y de otros Estados a favor de la paz".
“El Ministerio de Defensa colombiano suscribirá un acuerdo de cooperación con la OTAN”, anunció, al tiempo que manifestó que “si el país alcanza la paz en las negociaciones con las FARC-EP, el Ejército buscará también distinguirse en el ámbito internacional”.
“Lograda la paz, nuestro Ejército está en la mejor posición para poder distinguirse también a nivel internacional. Ya lo estamos haciendo en muchos frentes”, sostuvo Santos en su discurso en la Fuerzas Armadas.
Esta decisión del Gobierno de Colombia se puede comprender dentro de los movimientos internacionales que viene haciendo Washington y donde dentro del redespliegue militarista estadounidense necesita tropas anexas provenientes de los países adictos, como es el caso colombiano, para cubrir varios frentes abiertos en Asia y África, y salvaguardar sus intereses en Nuestra América.
En el caso colombiano, los guiños de Santos a la estrategia norteamericana en la región se aceleraron notablemente durante el pasado mes; participando en la , en la 17ª ronda de negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y con la celebración de la invitación a la Organización de Cooperaciòn y el desarrollo Económicos (OCDE).
La gira del vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, por América Latina la semana pasada, tuvo su primera parada en Colombia. En Bogotá, el número dos de la Casa Blanca, se reunió con Santos y allí analizaron el TLC que mantienen estos dos países hace un año, el proceso de paz con las FARC, la lucha contra el narcotráfico y el respaldo de Estados Unidos para que Colombia ingrese al OCDE.
UNASUR
La decisión del presidente colombiano de solicitar el ingreso a la OTAN significa para la región , y en especial para la UNASUR, una traición al bloque que supieron armar y fortalecer, Kirchner, Chávez y Lula.
Luego de la visita del vicepresidente estadounidense Joseph Biden a Colombia, queda claro que hay una imposición y un acuerdo de la oligarquía colombiana con Estados Unidos para romper UNASUR y debilitar al gobierno de Venezuela, porque no es una iniciativa aislada de Colombia, este fue el país elegido y seguramente eso es lo que piden a cambio por haber firmado el tratado del Libre Comercio.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rechazó ayer la solicitud de alianza con la OTAN.
Ortega lamentó que su par colombiano “haya expresado la decisión en nombre del pueblo colombiano de incorporarse a esa organización militar, la Organización del Tratado Atlántico Norte, que no tiene razón de ser”.
Igualmente, Ortega cuestionó que mientras los países de américa del Sur y el Caribe promueven y fortalecen el desarrollo y unión de sus regiones para “definir una zona de paz”, el Gobierno de Colombia pretenda esta alianza con la OTAN.
Destacó que la principal fortaleza de América Latina está en la paz, no en que sus naciones “se llenen de bases militares extrarregionales” ni que “nuestros países vengan a incorporarse a organizaciones como la OTAN, cuyos méritos han sido bombardear, asesinar y destruir. Eso ha hecho la OTAN en los últimos tiempos, lo ha hecho y tiene una política de continuar haciéndolo”, alertó.
El gobierno de Cuba, a través del Ministro para las Relaciones Exteriores, Bruno Parilla expresó que "Cuba tiene una invariable posición de solidaridad con Venezuela y de reconocimiento al gobierno legitimo que encabeza el presidente Nicolás Maduro, cuyo decisivo triunfo del 14 de abril es expresión incuestionable de la voluntad soberana del pueblo venezolano.
"La oligarquía golpista, al servicio de grupos de poder de los Estados Unidos, realiza una campaña antidemocrática contra la institucionalidad de Venezuela con el propósito de desestabilizar al país.
"Estas acciones y cualquier apoyo directo o indirecto a ellas daña la unidad de America Latina y el Caribe, menoscaba su independencia y lesiona los esfuerzos de Venezuela y de otros Estados a favor de la paz".
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