José María
Carbonell, Cambio Total.
Recuerdo
que yo en cierta ocasión también me dejé llevar por su hermosura. Y pensé: “Tengo
que montarla”. Me lo propuse y lo llevé a cabo. Me hice amigo del que parecía
su dueño y así de a poquito me gané su confianza hasta que le dije: Oiga, mano,
y por qué no me deja montarla un ratito, ñero?
El hombre
me miró con ojos espantados, las órbitas se le querían salir de las cuencas, se
puso sudoroso, y me sentenció: Vea, mano, mejor dígame que le preste a una de mis
mujeres, porque a ellas sé por dónde les van a dar. Pero, por favors, no pida
que se la preste. No vé lo linda que es? No vé como la cuido? No vé que ella es
mi consentida? Y si le pasa algo y me la deja toda espaturrada?
No, mano,
le dije, vea, yo se la cuido, se lo juro por “Chucho”. Yo la llevo bien
despacito para que no se me encabrite. Poco a poco, como con guantes de seda. Y
para que vea, sólo la monto una vez. Al final, con tanta palabrería de último
embacaudor paisa, lo convencí. Y me la dió. Qué emociononón!
La monte en
un sitio bien discreto y la prendí, no sin antes acariciarla por todos lados. Ella
brillaba de contento y la excité, la aceleré totalmente, y ahí iba yo de Melgar
a Bogotá como una “bala”, pero no llegué a Bogotá, me regresé como a los quince
minutos y llegué a donde el hombre y le dije: No sabe usted la emoción que
usted me ha brindado al permitirme montar en su Harley Davidson.
Por ello no
entiendo tanta mariconería con una foto del comandante Iván Màrquez montado en
una Harley. Quien no ha sucumbido ante sus encantos no sabe lo que una Harley
produce en personas que sí saben de motos. Una Harley es como montar y manejar
un Alfa Romeo. Incluso, los Harlistas dicen que es mejor que cualquier carro
que le pongan. Por ello, como a una mujer, las quieren los Harlistas quienes
tienen clubes en todo el mundo.
Seguramente
a quien se le ocurrió hacer un escándalo con esa foto no tiene ni idea de lo
que produce una Harley al encabritarla y llevarla raudo hacia adelante, así
como van las FARC-EP, pa´lante! Y si creyeron que le iban a hacer una mala
propaganda, pues no, ahora todos los Harlistas del mundo saben que tienen un
compañero guerrillero colombiano que se llama Iván Márquez, comandante de las
FARC, que como ellos también quiere a las Harley. Y punto!
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