Domínico Nadal, Revista Cambio Total.
El Burro se
ha soltado. Ya sigue dando coces en plena mandíbula del Tigre. El Tigre
ruge adolorido y lanza una dentellada que no llega a su destino. ”Vamos a
comprar más aviones y helicópteros y aumentar el pié de fuerza ». Además,
el Tigre acaba de encajar una segunda y tercera patadas en la cara. Caen dos
policías como « prisioneros de guerra » en manos del Burro. Mueren
otros más en Carraipía (Guajira).
El Tigre lanza rugidos amedrentadores. « Seguiremos
la persecución de las FARC ». El Burro –ya suelto- sale corriendo y se
mimetiza en el monte, su medio natural. El Tigre bravucón dice gritando
adolorido : « La paz la alcanzaremos a las buenas o a las malas,
ojalá a las buenas ». El Burro declara que así como el Tigre se « reserva »
el derecho de bombardear guerrilleros y matar campesinos civiles, desarmados,
inermes, él, el Burro, se « reserva » el derecho de « capturar
policías y soldados como prisioneros de guerra » vencidos en combate.
Ante tremenda coz el Tigre encaja el golpe y se tambalea.
Sale el Tigre aullando en La Habana. También grita de dolor el pesista ministro
de defensa. « No hablo con criminales ». Debería entonces no hablarle
a JMSantos ni a Uribhitler, para comenzar. Mas el ministrico no sabe lo que es
una pelea entre un burro rabiso y un tigre herido, el cual está sin argumentos en la Mesa de
Conversaciones de La Habana. Quizá tiene miedo de « mirar
guerrilleros a la cara ». Los cobardes no resisten la mirado de los
poseedores de la verdad.
El Burro está escondido en el monte y se prepara para dar
nuevas coces. El Tigre se relame sus heridas y siente que son mortales, letales.
La coz de un burro es capaz de desprender un corazón, dicen los costeños que
saben mucho de eso de burrros y burradas.
El Burro ya hizo su propuesta de un Cese Bilateral de
Fuegos. El Tigre, herido, no quiere sabeer nada de eso y quiere matar al burro.
El Burro, inteligentemente, ha planteado que de la Mesa de Conversaciones de La
Habana no se para nadie hasta haber logrado un Acuerdo de Paz. El Tigre, herido
de muerte, casi no puede respirar y quiere irse a Bogotá a restañar sus
heridas. El Burro le enciende una seguidilla de patadas en el pecho cuando
plantea « Los Noes del Gobierno ».
El Burro informa que los dos policías « prisioneros
de guerra », capturados hace unos días, van a ser devueltos a la
madriguera del Tigre, sin ninguna contraprestación. Eso no le gusta al Tigre,
quien quisiera que los retuvieran más días para así seguir lloriqueando sobre
las consecuencias de sus actos perversos de guerra ypoder acusar al Burro.
Por primera vez estamos viendo una batalla bastante
pareja, mas el Burro va ganancioso. Política y burralmente, es decir, golpe a
golpe.
Esta pelea está que arde. Seguiremos informando.. La cosa
no acaba aquí...
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