Allende La Paz, Cambio Total.
Fue lanzado
y promocionado como “el más grande esfuerzo contrainsurgente” de los Estados
Unidos en Colombia. Lanzaron las “campanas al viento” y se sentían regocijados
porque ahora sí los gringos se iban a meter directamente en la guerra contra
los “subversivos” en Colombia. El Plan lo diseñaron para seis años, es decir,
de 2000-20006, lo cual equivalía a decir que en el año 2006 la querrilla
quedaría arrasada del territorio nacional.
Pastrana no
cabía de contento y entregó el gobierno a Uribhitler –por el miedo cerval que
le tenía y le tiene a Samper-, quién en sus sueños se veía como “El Pacificador”.
Pasaron cuatro años y nada. Manipuló para quedarse en el sillón presidencial
cuatro años más y lo consiguió con ayuda de la corrupta clase “política” en el
Congreso. Llegó el final de sus otros cuatro años y “la culebra seguía viva”.
El Plan
Colombia contemplaba tres fases:
1ª Fase – 2.000-2.002:
Plan Colombia propiamente dicho.
2ª Fase- 2.002-2.004:
Plan Patriota, llamado así para esconder que se les había retrasado 2 años y al
final tuvieron que pasar a la siguiente fase sin haber “consolidado” la primera
ni la segunda.
3ª Fase-
2.004-2.006: llamado Plan Consolidación.
Como
decíamos en el artículo titulado «Cese de Fuegos tiene que ser bilateral”, “el Plan Colombia sirvió por escalar el conflicto y al día de hoy las
FARC-EP realizan más de 2.400 acciones militares anuales, propinándoles a las
fuerzas militares estatales más de 2.500 muertes y más de 5.000 heridos, al
tiempo las fuerzas estatales siguen aplicando la « guerra sucia »
contra el pueblo colombiano, quien inerme, desarmado, sufría –y sufre- la
tropelías de las fuerzas invasoras estatales ».
El « tope » o techo de
la guerra oligárquica
La insurgencia armada colombiana ha obligado al gobierno a sentarse a la
Mesa de Conversaciones porque producto de su accionar, su desarrollo y
crecimiento, el gobierno sólo tiene como alternativa alcanzar una solución
dialogada, política. La oligarquía y el imperio no quieren malgastar el
esfuerzo financiero que les tocaría hacer de seguir ellos con su guerra contra
el pueblo. 216 billones de pesos malgastados la década pasada y 215 billones
que se preveen se gastarán en la década siguiente en la guerra ha hecho que los
sectores oligárquicos vean que es mejor negocio « pactar la Paz » que
continuar con la guerra, con la posibilidad de perderlo todo.
La derrota del Plan Colombia y
haber llegado al tope o techo del esfuerzo financiero ha hecho que las FARC-EP hayan
obligado al gobierno a sentarse a negociar y los ha amarrado a la pata de la
Mesa de Conversaciones de La Habana.
Las FARC-EP no alcanzan el « tope »
Los sueños de las fuerzas militares-neo-narcoparamilitares estatales son
derrotar la insurgencia armada. Mas ello no se cumple en la realidad. Revisamos
diversas estadísticas de los propios medios burgueses nos dejan ver que a pesar
de los « bombardeos », la FARC conservan prácticamente intacta sus
fuerzas.
En el año 2.000
las fuerzas militares estatales consideraban que las FARC tenían algo más de
20.000 efectivos. El comandante de las Fuerzas Militares general Freddy Padilla
decia que «las FARC apenas tienen 7.000 efectivos » al término de la
administración Uirbe Vélez. El Almirante Cely
consideraba en 2010 que las FARC tenían
18.000 efectivos. Decíamos en el
artículo « El estado de las FARC hoy »
que « Según publicaciones de la Revista Semana, las FARC en 2002 tenía entre
18.000 y 20.000 unidades, esto ya en pleno Plan Colombia. Lo cual significa que
según las cifras que maneja el almirante Cely, las FARC, en el 2010, después de
10 años del Plan Colombia, del gasto de más de 25 millones de dólares diarios
en la guerra, de haber enfrentado la más sofisticada ofensiva adelantada hasta
ahora (aviones sin tripulantes, aviones espías, bombas de 750 libras, uso del
Napalm moderno, etc), continúan incólumes y tienen una enorme capacidad de
reemplazar sus guerrilleros caídos en combate, o sea, su base social continúa
firme con el ejército guerrillero».
Hoy, 2013, el
portal « La Silla Vacia »
nos reporta que « El
Ejército calcula que las Farc tienen 8.147 guerrilleros en camuflado y 10.261
milicianos en las redes de apoyo, es decir, casi 20 mil personas en armas.
Habría otros 10 mil en las redes de apoyo, casi siempre familias de
guerrilleros que no están armados pero les suministran víveres, los alertan cuando
el Ejército está cerca, les dan refugio”.
Si nos
atuviéramos a las estridencias del ministro de defensa y del propio presidente
JMSantos las FARC-EP se reproduce a ritmos acelerados, “como la verdolaga”, ya
que según el propio presidente la “cifra de desmovilizados de las FARC va en
aumento” y “Las FARC llegaron a su máxima capacidad”, mas sin embargo esas aseveraciones son controvertidas por las propias cifras
de las fuerzas militares estatales dadas a los periodistas. Quizá esas declaraciones lo que buscan es debilitar a las FARC motivando las deserciones de sus filas en un intento desesperado por quitarle fuerzas a la guerrilla colombiana.
La realidad
nos muestra que las FARC-EP todavía no han llegado a su “tope” máximo. Si lo
hubieran hecho ya estarían ad portas de
la toma del poder.
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* Imágen tomada de la Revista Semana
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