Me acuerdo del famoso cuento que me narró en cierta ocasión Antonio La Bastidas sobre « la puntica no más », y la respuesta de la abuela sabia que le dijo : « Mija, y vos no sabíais que eso no tiene hombros » ?
Hoy, el cuento lo refiere el presidente JMSantos, pero con la variante de « un poquito menos ». Cuento que ha servido para la mamaderadegallo de algunos columnistas de los medios oligáquicos. « Un poquito menos... o un poquito más... ». Parece que al presidente JMSantos le gusta « un poquito menos ».
Porque según Santos Colombia es un « poquito menos » insegura que el año pasado. Y qué es un « poquito menos »? Cómo se mide eso? En el número de muertos? O en el de visitas a sus fincas de Anapoima con helicópteros militares artillados incluídos?
Lo que sí saben los colombianos es que significado tiene ese « poquito menos ». Un « poquito menos » de presupuesto para las regiones. Un « poquito menos » de regalías para las regiones productoras y un « poquito más » para la Bogotá que no produce lo que las regiones tienen de sobra. También lo dirán con el Fallo de la Corte de La Haya, « poquito menos », no, toda no, menos... menos... ay, ay, ay ! Y la Corte de La Haya le dirá un « poquito más.... », un « poquito más... ».
Y en ese cuento de la medida y del más y el menos, el país sigue adelante con su desgreño en todos los órdenes. Necesitamos un « poquito menos » de pobreza, y tas ! ahí está la reformulación de las estadísticas del DANE y ahora los pobres somos un « poquito menos » pobres, el desempleo igual, la mortalidad materna también está en un « poquito menos », la mortalidad infantil un « poquito menos » del 17 por mil, mientras un país pobre como Cuba está por encima de USAmérica y Canadá.
Y así, de un « poquito menos » a un « poquito más », o viceversa, seguimos vueltos papilla y la oligarquía sigue siendo cada vez más rica. Ya los empresarios están felicísimos porque el « sector empresarial » sigue siendo favorecido, y de qué manera, por las políticas gubernamentales y sus bolsillos se inflan por éstas medidas, mientras el pueblo sigue « en la olla » comie ndo lo que sabemos.
Así las cosas, le decimos a JM espera un « poco, un poquito más... ».
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