Allende La Paz,
Cambio Total.
25-01-13
El cese de fuego en Colombia tiene necesariamente que ser bilateral. Ello deviene en el conocimiento profundo de la ideología y las truculencias de los que manejan el estado –la oligarquía-, y sus empleados, los militares.
El cese de fuego en Colombia tiene necesariamente que ser bilateral. Ello deviene en el conocimiento profundo de la ideología y las truculencias de los que manejan el estado –la oligarquía-, y sus empleados, los militares.
Desde el Cese de
Fuegos firmado por las FARC y el gobierno colombiano de Belisario Betancour (1982-1986) han
estado a la orden del día las maniobras truculentas de los militares y los
sectores militaristas contra los esfuerzos de Paz realizados por los
colombianos. Claro, lo que para ellos es un « negocio », para el
pueblo colombiano es la muerte, desapariciones, desplazamiento, ejecuciones
extrajudiciales, masacres.
Siguiendo con
Pastrana (1998-2002) quien en los inicios de su administración pedía histéricamente un « cese
bilateral de fuegos » [1]. Claro, en esos momentos las fuerzas
militares-narcoparamilitares del estado estaban recibiendo fuertes golpes de la
insurgencia armada de las FARC-EP –más de 10 golpes contundentes-, y era
preciso para el lado estatal « ganar » tiempo a fin de adelantar la
re-ingeniería de las fuerzas militares, cosa que en efecto sucedió con la implementación
del « Plan Colombia ».
La trasnochada « petición » de gestos de buena voluntad a la
guerrilla
Ha sido política
de todos los gobiernos pedirle a las FARC-EP gestos de buena voluntad para
entrar a acceder a unos diálogos de paz. Todos sin excepción le exigen a las
FARC el cese de sus acciones militares ofensivas y defensivas, al tiempo dejan
las manos libres a sus propias fuerzas militares-narcoparamilitares para
continuar adelantando la guerra contra el pueblo, es decir, el Terrorismo de
Estado evidenciado en las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones,
masacres, desplazamientos.
Mientras intentan
maniatar la mano armada de los guerrilleros, el estado continúa armándose con
más armas, más aviones, más helicópteros, etc. Intento maquiavélico y
ventajista propio de jugadores de póker, acostumbrado a todas las fullerías.
Este gobierno de
JMSantos (2010-2014) es igual a los otros, o peor. A pesar de que los sectores oligárquicos
no pueden con la carga financiera de la guerra (216 billones les costó la
guerra en los últimos 10 años y 215 billones de pesos les costará los
siguientes 10 años), el gobierno de Santos sigue incrementando el mal
gasto militar, el cual está por los 6,3
% del PIB, quizá el más alto de Suramérica.
La « muerte » del Plan Colombia
El Plan Colombia,
elaborado por Clinton y entregado al cipayo Pastrana, para 6 años, ha
traspasado la frontera de sus propios cálculos y ya van 12 años y no han podido
acabar con la resistencia armada de la guerrilla de las FARC-EP. La guerrilla
no solamente contuvo sino que retrasó la implementación de las fases del Plan
Colombia y ésto tuvo que ser aplicado sin haber terminado una fase y sin haber alcanzado
el triunfo. Iniciaron con el « Plan Colombia », continuaron con el « Plan
Patriota » y terminaron con el « Plan Consolidación ».
Por el contrario,
el Plan Colombia sirvió por escalar el conflicto y al día de hoy las FARC-EP
realizan más de 2.400 acciones militares anuales, propinándoles a las fuerzas
militares estatales más de 2.500 muertes y más de 5.000 heridos, al tiempo las fuerzas estatales
ssiguen aplicando la « guerra sucia » contra el pueblo colombiano,
quien inerme, desarmado, sufría –y sufre- la tropelías de las fuerzas invasoras
estatales.
Hoy el « Plan
Colombia » ha muerto de muerte natural y su entierro ha sido de tercera,
al punto que ya los medios de comunicación en poder de la oligarquía ni
siquiera lo mencionan. Así mueren en Colombia los planes militares entregados
por el imperio a los sucesivos gobiernos. Habrá que esperar a ver cómo se llamará el nuevo plan militar que les diseñarán.
Las « prisas » gubernamentales
Dándose las manos
los medios de España con el gobierno de Colombia han procedido a « matar »
a sus odiados enemigos. Chávez aún no ha muerto, pero el deseo de El País es tan
frenético que no dudan en intubarlo y mostrarlo en « coma » para
matar la esperanza del pueblo venezolano. La « prisa » -afán decimos
los colombianos- del gobierno Santos está sustentado por la imperiosa necesidad
de lograr Acuerdos que le posibiliten alcanzar la re-elección, al tiempo que le
endulza el oído a un eventual sucesor, otro « delfín » de la política
colombiana, Vargas Lleras.
Los « ritmos » en La Habana
Los delegados de
las FARC y el gobierno parecen han llegado a acompasar algunos « ritmos » con sus pares.
Dice Santrich que ya han enseñado a bailar « mambo » a los delegados
gubernamentales. Tocará esperar a ver si los « cachacos » del equipo
gubernamental podrán aprender a bailar « cumbia » y al calor del
frenético ritmo proceden a adelantar las verdaderas reformas –ojo que digo
reformas y no destrucción y nueva construcción- que necesita el país y la
sociedad para comenzar a transitar los caminos de humanidad y civilización para
superar el barbarismo en que nos ha sumido la oligarquía por más de 200 años.
Empezaría ahí sí el
pueblo colombiano a transitar los caminos de Reconstrucción y Reconciliación
del cual tanto hemos hablado muchos colombianos.
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