Estocolmo, 28 de diciembreTenemos que aprender a resolver los problemas de otra
manera, de manera civilizada. Si lo logramos, entonces, podremos vivir la paz
en paz.
Hemos escuchado y leído en algunos medios la pregunta de
si « los colombianos sabrán qué es
la Paz, más allá de una ausencia de violencia » ?
Intentaré dar una respuesta, que como todo lo que hace el ser humano está signada
por la incompletitud de sus actos, afortunadamente.
Yo vivo en Suecia, expulsado de mi país primero a Costa Rica
y después a Suecia por la persecución estatal, en los últimos tiempos
adelantada por el DAS de Jorge Noguera Cotes y Uribe Vélez. Costa Rica es un
pequeño país, pobre, que por la visión de sus líderes –comunistas, iglesia y
de derecha- decidió que no necesitaban ejército. Esa decisión los llevó a vivir
en paz, con todos los problemas que se derivan de vivir en un país capitalista
dependiente.
Suecia, contrario a Costa Rica, es un país desarrollado
que vive un modelo que su líder histórico, Olof Palme, llamó de « Socialismo
Democrático » en los últimos años de su vida –por ello fue asesinado- y ha
hecho innecesario el uso de las armas para dirimir los conflictos que se dan en
una nación desarrollada. En Suecia no hay mendicidad, todos tienen para
subsistir si quedan sin trabajo, todos tienen acceso a la salud, la educación
es gratuita, los niños y los ancianos están en primer lugar en la atención que
dispensa el estado y todos pueden militar en la organización que le dé la gana,
política, sindical, comunal, etc, y a nadie asesinan por sus opiniones. Eso sí,
todos, absolutamente todos, pagan impuestos.
Colombia, por el contrario, es un país de enorme
desigualdades sociales, con un presupuesto de guerra muy alto (6,3% del PIB) y
unas fuerzas militares de 500.000 unidades, realmente hipertrofiado para las
necesidades de defensa del país. En la base de esas inequidades sociales está
la guerra adelantada por los sectores en el poder.Por ello, los índices colombianos
son realmente dramáticos. Un 70% de colombianos son pobres -el gobierno sólo
reconoce 49,9% y ahora con el presidente Santos « bajó » a 37%-, no
hay salud para toda la población ; no todos los colombianos tienen acceso
a la educación –se habla de 2,3 millones de niños por fuera del sistema
escolar-, y la mortalidad infantil es tal que sólo es superada por los país
extremadamente pobres de América y está por los 17 por mil nacidos vivos.
A los colombianos se les ha enseñado a resolver los
conflictos mediante el uso de la violencia. El maestro ha sido el Estado. Por
ello los colombianos fueron perdiendo confianza en la justicia y se la tomaron
en sus manos. Cualquiera manda a matar a cualquiera, o lo hace él mismo. La
impunidad para los actos estatales es supremamente alta, algunos investigadores
hablan del 98% de todos los actos criminales están en la más absoluta
impunidad.
Si algún partido político, organización sindical o
barrial lucha por sus derechos es calificado de « comunista » antes,
hoy de « terrorista », al cual hay que exterminar. Se aplica la pena
de muerte extrajudicialmente ya que en Colombia está prohibida esta sanción.
Así hicieron el genocidio de partido político alguno que registra la historia
mundial. 5.000 líderes de la U.P., fueron asesinados porque en ella
participaron las FARC.
O sea, los colombianos no hemos vivido un instante de Paz
en toda su historia. Por ello hemos planteado que se desarrolle la más amplia
pedagogía de la Paz, utilizando los conceptos de « desaprender lo
aprendido y apre(he)nder una nueva visión paradigmática ». Tenemos que
aprender a vivir en Paz. Tenemos que aprender a resolver los problemas de otra
manera, de manera civilizada. Si lo logramos, entonces, podremos vivir la paz
en paz.
Publicar un comentario