Domínico Nadal, NotiColombia Press
Vemos unas mujeres y hombres luchando contra la adversidad. Contra la adversidad que desde el Estado le ponen a los de a pié, a los pobres.
Son los gigantes de ébano -porque ”blanquitos santafesinos” no hay ninguno-, los que han sido objeto de las políticas adelantadas por los inquilinos de la ”Casa de Nari”.
La gigante de ébano, Ibargüen, es una desplazada por las políticas de la oligarquía que está empotrada en el poder desde hace más de 200 años. Ella es una de los más de 5 millones de colombianos víctimas del Terrorismo de Estado que desplaza campesinos e indígenas para apropiarse de sus tierras.
Esa mujer que mostraba la tristeza que le producía no haber podido darle la alegría al pueblo colombiano de una medalla de oro, contrasta con el oportunismo del actual inquilino de la ”Casa de Nari”, JMSantos.
Oportunista entre los oportunistas, ahora JMSantos pretende sacarle rédito a los triunfos de esos colombianos que la mayoría pertenece a la raza negra, esa raza miles de veces vilipendiada por los que se sientan en el sóleo presidencial. Raza despreciada y calificada de ”floja” le está demostrando al mundo de que ”madera” están hechos.
Ahora cuando su ”favorabilidad” en las encuestas demuestra -de mil una- la realidad de cómo los ven los colombianos realmente. Seres corrompidos, que siempre han vivido de la sangre y el sudor de los colombianos.
La sangre de los 500.000 asesinados por el Terrorismo de Estado utilizando las fuerzas militares-narcoparamilitares estatales. Del sudor de campesinos, negros, mestizos, blancos, que se adentran en la manigua y civilizan la tierra para que después los socios de los Uribhitler y los Santos les expolien su única riqueza: la Tierra ”civilizada”.
Oportunista entre los oportunistas, ahora JMSantos los recibirá en la ensangrentada ”Casa de Nari” -sitio desde donde parten las órdenes recibidas del imperio para implantar las políticas que tienen sumido al pueblo en la miseria-. Los ”gigantes de ébano” no podrán eludir el compromiso. Están comprometidos por un COC -parranda de burócratas chupa-sangres-, que los obliga a asistir a los ”homenajes” de los mismos que hambrean a sus madres, padres, hermanos, familia, y a ellos mismos.
El pueblo colombiano contemplará asqueado la ”guacherna” de la oligarquía. Valorará muy alto el sacrificio de éstos colombianos que compitieron en Londres contra unos países desarrollados que apoyan totalmente a sus deportistas -todos son ”profesionales”- y hasta le produce y fabrica el ”dopaje” para que les ganen a los hambreados del ”tercer mundo” que se atreven a competirles a sus conciudadanos.
El pueblo observará orgulloso a los Ibargüen, los Figueroa, y los admirará como ayer admiró a los Caraballos, Pambelés, Moras, Cochises, y demás que han llenado de gloria al pueblo colombiano. Un pueblo que no se rinde y resiste el más cruel Terrorismo de Estado agenciado desde los centros del poder de Washington y Bogotá. Con razón se dice que los deportistas colombianos entrenan en medio del Conflicto Interno. Llegará el día en que será el propio pueblo quien traze las políticas en su propio beneficio. En Paz.
Ese día está cada vez más cerca...
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