Allende La Paz.
Ante el incumplimiento del estado colombiano de lo firmado
con el Acuerdo de Paz por una Paz estable y duradera, como siempre tocará al
pueblo adelantar la lucha para hacerlo realidad.
Y para hacerlo realidad la única manera es arrebatarle a la
oligarquía el poder. Así como lo lee. Ya en las primeras de cambio el pueblo,
la FARC, le está ganando la iniciativa política y por primera vez en la
historia colombiana un candidato de izquierda tiene la posibilidad de ganarle
las elecciones a la derecha –incluída la extrema derecha-.
A pesar de que los corruptos politiqueros del
establecimiento han hecho todo lo posible para ”hacer trizas el Acuerdo”, con
toda clase de marullerías a las que ellos están acostumbrados a esgrimir, el
Acuerdo de Paz está ahí, firmado por el gobierno nacional en representación de
todo el estado y por la FARC, y se ha convirtido en la hoja de ruta de las
luchas populares.
Ese Acuerdo demuestra
que el Estado y sus gobiernos son incapaces siquiera de realizar los mínimos
cambios a la decrépita estructura y supraestructura, a fin de adecuar el estado
a lo mínimo que le permita adelantar por lo menos la modernización del estado y
dar el paso de un estado feudal a uno capitalista.
Que el estado y sus
gobiernos incumpla el Acuerdo de Paz no es lo fundamental. Lo fundamental es
que el pueblo colombiano tiene escrito –así sea en “borrador” o pretendidamente
“hecho trizas”- en papel y, más importante, en su ideario colectivo un Acuerdo
de Paz por una paz estable y duradera, que contiene el mínimo programa para empezar
a construir una Nueva Colombia en paz con justicia social.
Lo contenido en el Acuerdo de Paz se convierte en un arma de lucha, legal, y en manos del
pueblo se convertirá en un arma revolucionaria. Que en la práctica equivale a
decir que el pueblo persistirá en la lucha por la paz con justicia social,
entre ellos la FARC, y esa lucha se convertirá en poder a nivel local, regional
y nacional.
En el momento presente
estamos por elegir el Congreso de la República y no se puede esgrimir la excusa
de que no hay por quién votar. Si hay por quién votar y se abre un espectro de
candidatos para todos los gustos. Vote por la FARC, vote por la “izquierda”
tradicional, vote por candidatos populares, a fin de llevar el mayor número de
representantes del pueblo que adelantarán la lucha parlamentaria de la mano del
pueblo.
Todas las triquiñuelas
adelantadas por los politiqueros tradicionales tienen por fin evitar que los
representantes populares en senado y cámara lleven la voz de los desposeídos y
ayuden a coordinar la lucha del pueblo en su conjunto. Una adecuada labor
parlamentaria –denuncia de la corrupción, etc- de la mano con la lucha popular
con la movilización del pueblo, será garantía para ir concretando los puntos
del Acuerdo de Paz y de esa manera iremos despojando a la oligarquía del poder.
El voto se convierte así
en un arma popular contra la oligarquía y cada voto sumado a los otros en
muestra de la irrevocable decisión y determinación del pueblo por construir la
paz. Desde luego no es la única arma legal conque cuenta el pueblo. La fundamental es su unidad y la reconstrucción
de su tejido social será precisa en cuanto vencemos el Terrorismo de
Estado.
La FARC logró mediante
el Acuerdo de Paz 5 senadores y 5 representantes a la cámara que sumados a los
que elija el pueblo serán una fuerza importante para adelantar la lucha
parlamentaria-popular denunciando la corrupción y las políticas neoliberales de
los gobiernos. Enfatizamos que lo fundamental es lograr la
ligazón de las denuncias parlamentarias con la movilización popular.
En mayo 2018 se eligirá el presidente de la república y por
cómo está la feria de las vanidades
de los candidatos del establecimiento hay altas probabilidades para que un
representante del pueblo resulte triunfador. Para ello es imprescindible despojarse del
egocentrismo, el sectarismo, el radicalismo inútil, etc. Solo así,
privilegiando los intereses populares sobre los intereses particulares,
podremos presentarnos como la carta ganadora.
Adelante, pues, estamos
ante una oportunidad histórica!!!
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