Domínico Nadal, El
Cuento de la Semana.
“A todo cerdo le llega
su San Martín”, dice el adagio. Y nada más preciso que en éste caso. Les están
apretando las clavijas el narco-paramilitar número 82, expresidente y hoy
senador, Álvaro Uribe Vélez, y a otros ladrones de tierras (Sarmientop Angulo,
etc).
La denuncia de la
Contraloría General de la República sobre la tenencia –fraudulenta- de ”baldíos en manos de grupos políticos y
grupos económicos” va en dirección de llamar a la Fiscalía y demás entes
investigadores a realizar las pertinentes investigaciones sobre la denuncia, la
cual compromete, entre tantos grupos que cometen delito a sus anchas panchas, al
narco-paraco 82 Uribe Vélez, conocido también como Uribhitler, y a Luis Carlos
Sarmiento Angulo.
Nos queda la duda que la
Fiscalía, con Nestor Humberto Martínez Neira a la cabeza, adelantará investigaciones
al patrón de Martínez Neira, toda vez que el bufete de abogados del fiscal
estaba –y está?- al servicio del Sarmiento Angulo. Este señor –Sarmiento Angulo-
no solo está comprometido con la tenencia fraudulenta de Baldíos, sino también
en el Escándalo Odebrecht (también aparece el fiscal Martínez Neira).
Pues bien, el diario El
Espectador denuncia –qué bien!- el cartel de los baldíos, artículo que
reproducimos en el día de hoy en Cambio Total, y por ello nos atrevemos a
señalar que al narco-paramilitar 82 Uirbe Vélez se le está cerrando el anillo,
no alrededor del cuello, sino alrededor de las güevas.
Posterior a esa “agarrada por las güevas”, viene la capada.
Ello explica la
desesperación del número 82, que también tiene a su subjudice hermano, el apóstol
Santiago Uribe Vélez, entre los miembros del Cartel. Es un Cartel que está
comprometido con cuanto delito se cometa en ciertas esferas de la sociedad
colombiana. Con razón en Colombia ya es una máxima, “todos los caminos de la
delincuencia conduce a Uribe Vélez”.
Esa desesperación se
explica porque al número 82 narco-paraco Uribe Vélez sus conmilitones del
Centro Democrático se le están saliendo de las manos, como en el caso de la
campaña por el No y ahora cuando el pre-candidato estrella de Uribe Vélez Fernando
Londoño –el ladrón de Invercolsa-, se desboca –borrachera de masas?- y espeta
ante el mundo que el CD “Este partido se llama
Centro Democrático por unas circunstancias ahí más o menos fortuitas, pero
políticamente es todo, menos de centro. Este partido es de derecha” y al día
siguiente, viendo la metida de patas ante la opinión pública -ya que los
colombianos no quieren nada de derechos y por ello nunca los militares han
tenido éxito en política-, el número 82 salió a decir que “no, el CD no es un
partido de derecho”.
Ello demuestra que la
confederación de delincuentes del CD no responde de manera unánime al
narco-paraco 82 Uribe Vélez, ni política no organizacionalmente. Y clao, ahora
sintiendo que la Contraloría de la república le ciñó el lazo alrededor de las
güevas la soga que le apretará antes de la capada. Y todos sabemos en qué
terminan los animales cuando son capados.
Alma bendita del purgatorio!
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