Por: Allende La Paz,
Cambio Total
El gobierno y con él
todo el Estado, sigue aplicando el Terrorismo de Estado –una verdad- en la ”democracia
más Antigua del continente” –otra mentira-. Las cifras son elocuentes:
534 activistas fueron
asesinados entre 2011 y 2015 en razón de su actividad en favor de las clases
desposeídas. Desposeídas de todo. De tierras para producer sus alimentos
(y por ello el 15% de los colombianos pasa física hambre). De educación. De Salud. De
viviendas. En fin, desposeídas de lo más mínimo para sobrevivir.
En el año 2016 fueron asesinados –a pistoletazos o
cuchilladas- 114 líderes populares más lo cual elevaría la cifra a 648 y si le
sumamos los 7 líderes asesinados en estos días del 2017 tendríamos 655 líderes
asesinados desde cuando arrancaron los diálogos de Paz.
Los asesinatos fueron
cometidos en diferentes departamentos (Antioquia, Cauca, etc), en diferentes meses, y a
diferentes horas. Se usó para cometer el delito, arma de fuego o arma blanca,
como si los asesinos no quisieran que los oyeran y poder escaper más
fácilmente.
Esto demuestra que los
asesiantos han sido planeados, coordinados, y ejecutados con una SISTEMATICIDAD
que nos evidencia que obedece a todo un Plan de Exterminio elaborado por los
mismos que adelantaron el Genocidio de la Unión Patriótica (U.P.) y la crisis humanitaria
que ha padecido el pueblo colombiano (282.000 asesinados en más de 50 años
mediante las modalidades asesinas de las Masacres (y jugaban al fútbol con la
cabeza de las víctimas), desapariciones forzadas (más de 60.000 víctimas, lo
cual corrobora las cifras que manejamos en Cambio Total), las ejecuciones
extrajudiciales (más de 100.000), a lo cual se suma el desplazamiento forzado
(7,5 millones de víctimas) y más de 8 millones de hectáreas que pasan a manos –ensangrentadas-
de ganaderos, terratenientes, “empresarios del campo”.
Muy orondo, el ex-ANDI y
hoy ministro de Defensa dice que en las ejecuciones de los líderes populares “no
hay sistematicidad” –al igual que cuando comenzó el genocidio de la U.P.) y que
los que adelantan esos delitos son las BACRIM y grupos delincuenciales
organizados, tratando de soslayar que los delincuentes tienen que tener una
mano –negra, me perdonan los afrodescendientes- que los guía, como se dijo en
su momento y se ha probado y recontra-comprobado estaban –y están- apoyados desde
por miembros de las Fuerzas Militares y fuerzas políticas del establecimiento,
hasta funcionarios de la rama judicial.
Preguntamos cuántos
muertos más necesita el Min para entender que hay Sistematicidad en una
conducta punitiva? Será que la corrupción -que todos los días trae un escándalo
nuevo- no es sistemática en la politiquería colombiana? Será que el ministro
está tratando de salvar a su gremio, “los empresarios del campo”?
Preguntamos: Señor
Fiscal, las ocupaciones de “perseguir a las FARC” le habrá dejado un tiempito
para investigar las ejecuciones extrajudiciales –en Colombia no existe la Pena
de Muerte en el ordenamiento jurídico, mas todos los días la aplican-? Señor
Fiscal por qué hubo celeridad en investigar unas suspuestas amenazas a los del
CD y en el caso de los líderes populares no hay ni siquiera paso paquidérmico?
Señor Presidente JM
Santos, esa es la “democracia” que tendrán que vivir las FARC-EP y que les
ofrece el gobierno suyo? Si asi fuera, estarían más seguros en la selva
con los fusiles en la mano, no lo cree?…
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