Al menos un centenar de colombianos aparecen en las nuevas revelaciones internacionales de los paraisos fiscales. Esta vez el turno es para Bahamas que como destino offshore, entre otros movimientos financieros, ha sido útil para administrar propiedades sin que figuren sus verdaderos propietarios.
Por: Alianza informativa con El Espectador / CONNECTAS
Vuelve a agitarse la discusión sobre cómo los poderosos emplean paraísos fiscales para saltarse el pago de impuestos en sus países.Bahamas Leak es el capítulo más reciente de una serie de revelaciones periodísticas lideradas por el Consorcio Internacional de Periodistas (ICIJ por su sigla en inglés) con información del diario alemán Süddeustche Zeitung, como sucedió en Panama Papers, y CONNECTAS que hace parte del equipo que revisó esta nueva base de datos con una treintena de medios más.
Al menos un centenar de colombianos distintos a los que aparecen en revelaciones anteriores, están mencionados en los 1.3 millones de documentos filtrados. Entre ellos empresarios relacionados con firmas de amplia trayectoria en sectores como el transporte, el turísmo, las finanzas y la construcción, entre otros. También expone una suerte de “especialización” de Bahamas en crear sociedades que en esencia sirven para ocultar los verdaderos propietarios de bienes ubicados principalmente en Estados Unidos.
Esta publicación en ningún caso señala ilegalidad alguna pues, en sí mismas las actividades offshore no lo son, excepto si los recursos son de origen ilícito. Solo se constituyen en irregularidad tributaria si así lo determinan las autoridades de cada país bajo su propia legislación. En las publicaciones, CONNECTAS se centra en personas que han tenido responsabilidades públicas, o que desde sus actividades privadas han logrado alta cercanía con líderes públicos.
Es el caso del exministro de Minas y ex codirector del Banco de la República Carlos Caballero Argáez. Un reconocido ingeniero y académico. Según Bahamas Leak, a finales de los años 90, Argáez compró una propiedad en la exclusiva zona residencial de Key Biscayne, en el condado de Miami-Dade.
La inversión tomó sin embargo un camino indirecto. Se hizo a través de PAVC Properties Inc., una empresa registrada en las Bahamas. Según Argáez este movimiento se hizo por razones tributarias. Los detalles de su respuesta, de quienes fueron sus socios en la transacción y de las razones de otra compañía en este paraiso fiscal en la que él también figura se pueden consultar acá.
En 2008, Caballero Argáez entregó la presidencia de PAVC Properties Inc. a Enrique Vargas Lleras, quien fue concejal y candidato a la alcaldía de Bogotá, actualmente es gerente del comité por el Sí al plebiscito del partido Cambio Radical.
Otro connotado empresario que figura en estas revelaciones es el Ingeniero Civil Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente de Corficolombiana y del Grupo Aval, el principal grupo financiero de Colombia, y uno de los hombres más ricos del país. Sarmiento Gutiérrez aparece en el registro de Bahamas como el único director de Beach Cliff Properties ltd., una compañía registrada el 13 de enero de 2010.
Tanto a Vargas Lleras como a Sarmiento Gutiérrez se les hicieron llegar cuestionarios para consultar sobre su rol en estas sociedades y sus actividades y el reporte a las autoirdades tributarias de las mismas, pero no se obtuvo respuesta al cierre de esta publicación.
En las revelaciones de Bahamas Leaks también afloraron colombianos con causas penales en curso relacionadas con dichas operaciones en el exterior. Es el caso de Tomás Jaramillo Botero y Juan Carlos Ortíz, asociados a la firma Premium Capital Investments Advisors Ltd. Esta sociedad que según los registros de prensa originalmente fue constituida en Delaware en Estados Unidos y luego se transformó en una corporación en Bahamas, es una de las piezas claves en el escándalo financiero de Interbolsa por el cual Jaramillo y Ortiz están presos.
El acuerdo más esperado
Durante casi un siglo, Bahamas ha estado en el radar de las autoridades fiscales de todo el mundo. Ha sido tanto su nivel de secretismo que en una época se vendía a sí misma como “la Suiza de occidente”. Algo similar le ha sucedido en época reciente con Panamá, país con el cual aún Colombia no ha podido cerrar un acuerdo de intercambio de información tributaria, pese a los anuncios de ambos gobiernos que daban este convenio como un hecho en abril, gracias a la presión ejercida por la comunidad internacional luego del escándalo de Panama Papers.
Mauricio Cárdenas y Dulcidio La Guardia tomada de la cuenta Twitter de Mauricio Cárdenas el 29 de abril de 2016.
Del acuerdo, sólo quedó la foto del estrechón de manos del Ministro de Hacienda colombiano Mauricio Cárdenas, y de su homólogo en Panamá Dulcidio de la Guardia. Según se revela en esta otra nota periodísticaluego de los protocolos, el ambiente se volvió a caldear incluso con expresiones fuera de tono de negociadores claves del lado Panamá en la que decían que no iban a ceder al “imperialismo colombiano”.
Aún así las nuevas negociaciones transcurrieron pero se estancaron en un punto que es el que permite la mayor parte de las actividades secretas de los colombianos en este país, y que es uno de los principales ingresos de las poderosas firmas de abogados del Istmo.
Con la posibilidad congelada de un acuerdo binacional, la expectativa de Colombia es que el Istmo se acoja a tratados multilaterales y por esa vía se obtenga lo que no se logró en la negociación directa. Mientras tanto las autoridades locales avanzan en sofisticados cruces de información a la que se suma esta nueva lista con las que continuan la labor que ya les ha permitido identificar cientos de millones de dólares que estaban ocultos, y que de normalizarse masivamente, podrían significar un ajuste importante en la Reforma Tributaria que se avecina, liberando las cargas para aquellos que no han tenido oculta su riqueza en jurisdiccionesoffshore.
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