La pregunta del año

Allende La Paz, Cambio Total.

La bruma entre mis pensamientos me hace preguntar una y otra vez: Es posible la Paz en Colombia? Su respuesta me llevaría al siguiente interrogante: Quiénes harán la Paz?

En Colombia la guerra lleva más de 60 años. Mejor dicho, desde hace 200 años estamos en guerra, declarada por los que se tomaron el poder. Es decir, los ”criollos”. Que no se la tomaron solos. Necesitaron ”ayuda externa”. Llamaron a los gringos y se arrodillaron y pelaron el culo.

Mas en ese intríngulis de guerreros oficiales desarmados y combatientes oficiales armados adelantan la guerra para implantar el modelo ”importado” desde Norteamérica. Todo sea por defender los intereses del imperio.

Los ”criollos”, descendientes de españoles, tez pálida, hablado en seseo, intercalando de vez en cuando un ”Oh, my Gud”, se apoderaron de los instrumentos de trabajo y pusieron a los despojados de éstos instrumentos a que se les vendieran su fuerza de trabajo, a un precio impuesto por el ”arrendador” criollo. Ahí comenzó la ”guerra económica”, que todos los años se evidencia en los decretos del ”salario mínimo”, que como toda economía es la base de todas las demás guerras.

Los politiqueros tradicionales legislan la guerra interna –liberales, conservadores, y todas las especies que de allí se derivan-, según el querer de la oligarquía. Mas ninguno de sus hijos va a la guerra. Los que van al campo de batalla son los hijos del pueblo que se despedazan en una guerra fratricida.

Otra cosa es que en aplicación del Terrorismo de Estado de la DSN hagan objeto a la población civil, desarmada, inerme, de sus desafueros, o quizá por ello, para poder implantar los ”modelos económicos” recetados desde los grandes centros de poder imperiales. Ahí vemos palpablemente cuál es el fin último de la ”guerra interna”: implantar sus planes comerciales que también en últimas son el despojo de nuestros recursos naturales y de la tierra de los campesinos para adelantar los megaproyectos oligárquicos de la mano del imperio.

Nuestra pregunta inicial es definitivamente la que define el momento presente: Es posible la Paz en Colombia? Evidentemente que sí. Mas ella depende de lo que la oligarquía y su amo imperial definan. No lo que definan los ”enemigos de la Paz” porque a éstos el imperio les da un ”tatequieto” si es del caso y listo.

Las FARC-EP con su acumulado histórico ha podido desequilibrar la balanza del conflicto hacia la Paz, contra la guerra, y ahí están empujando, empujando, para concretar la imperiosa necesidad de una salida política al conflicto interno (en sus dimensiones económicas, políticas, sociales, culturales, etc), salida que debe abordar y entrar a solucionar las causas que dieron origen y perpetúan el conflicto. Si ello no se produce, definitivamente no se podrá firmar ningún Acuerdo. Porque conocemos las FARC lo planteamos así diáfanamente.

Lo cual nos lleva al siguente interrogante: Quiénes harán la Paz? Evidentemente, en primer lugar, los Acuerdos tendrían que ser firmados entre el gobierno, en representación del estado burgués oligárquico, y las FARC-EP, y el ELN en caso de entrar a jugar este rol, en representación del pueblo, pueblo pobre que padece y sufre las políticas exclusivistas de la oligarquía.

Esos acuerdos logrados deberán ser re-validados por el pueblo. No por los ”enemigos de la Paz” porque para éstos ninguna paz es buena si no es la que su anacrónica visión de pax le impone. Es el pueblo, el que mediante una Asamblea Constituyente, refrenda los Acuerdos y le da rango constitucional a la construcción de la Paz, convirtiendo la Paz en el derrotero a seguir en los próximos años.

Estamos seguros que los ”enemigos de la Paz” se moverán para hacer abortar el proceso de Paz. Recurrirán a todas las armas de la guerra. Seguirán –ya saben hacerlo- ejecutando extrajudicialmente, desapareciendo, masacrando, desplazando. Mas la fuerza del pueblo, incluídas las guerrillas, se impondrán sobre los renuentes a la Paz.

No hay fuerza humana capaz de frenar un proceso adelantado por un pueblo decidido a tomar su destino en sus manos. De eso no tenemos la más mínima duda!