Cambio Total.
Así sin todas las cosas relacionadas con la Paz por parte
del gobierno. A las carreras. Y ello es apenas natural.
Natural que al no haber una política estatal de Paz, todo
quiera hacerse con las premuras de un gobierno que no sabe para dónde va y
quiere resultados ”pegados con baba” y sin la debida discusión y sin el debido diálogo
para ”pasar a la historia”.
El gobierno de Santos se ha caracterizado por su dualidad
respecto a la Paz. Por un lado, ataca con todo su poderío militar –gringo incluído-
a las FARC-EP y, por ende, al pueblo, y por el otro, lanza frases sonoras,
altisonantes, sobre la Paz queriendo confundir al pueblo colombiano y
arrastrarlo hacia la posición gubernamental.
La verdad es que esa terca realidad nos va mostrando cómo se
sigue implementando el Terrorismo de Estado, produciendo más y más víctimas, y
se desdeñan las propuestas farianas –porque vienen de las FARC- que irían
produciendo puntos de quiebre para alcanzar la anhelada solución política al
conflicto interno colombiano. Al tiempo, se sigue implementando mediadas de
tipo político, económico, social (salud, viviendas, etc) que van evidenciando
lo caótico de las políticas gubernamentales, queriendo ganarle el pulso a los
Acuerdos de la Mesa de La Habana y sometiéndola a una camisa de fuerza.
En ese panorama es claro que el gobierno se agarra de la Paz
como de ”un clavo ardiendo” ya que es la única ”política” que le permitiría ”pasar
a la historia” y ”ser el presidente de la Paz”. Mas lo hace de la manera
equivocada. Intenta –como siempre- presionar a las FARC-EP para que lleguen a
un ”Acuerdo” que si bien ha llegado a Acuerdos parciales, lo grueso, lo nodal,
lo fundamental, está por discutirse, dialogarse y acordarse. Como si a las
FARC-EP el gobierno pudiera ”presionarlas”.
La oligarquía no ha aprendido nada sobre las FARC-EP. Ni ha
aprendido ni quiere aprender, al parecer. Cree que lo único que vale en la Mesa
son las propuestas gubernamentales. Eso cree. Es parte de su ”personalidad”
creerse que porque son gobierno son los ”dueños de la verdad revelada”. Grave
equivocación en política. Y en política las equivocaciones se pagan caro.
Por ello, vemos al presidente Santos presionando a las
FARC-EP para firmar un Acuerdo antes de Octubre de este año 2015 que empieza. Ignora
el presidente que la Paz como fenómeno político tiene sus tiempos, como todo en
la vida. Han sido necesarios miles de accciones militares populares de la
guerrilla para ”convencer” al Estado y su gobierno de la necesidad de buscar
una solución política al conflicto interno, acciones realizadas desde el
nacimiento de las FARC. Ahora, ya en la Mesa de Conversaciones es necesario
fraguar los puntos que se acordaron en seis meses de discusiones previas. Para
fraguar esos puntos es necesario tomarse todo el tiempo necesario para que lo
producido sea lo suficientemente fuerte como para que no sea destrozado por el
primer embate de los ”enemigos de la Paz”.
No es con un baboso Acuerdo –logrado para satisfacer las
veleidades presidenciales- como vamos a cimentar la Paz en Colombia. Para
hacerlo, y para hacerlo bien, es necesario meterle pueblo. Meterle pueblo
significa movilizar las más amplias capas y sectores de nuestra sociedad y
nuestro pueblo en favor de la Paz. Movilización de masas, acción de masas, y
nada de aventuras! Meterle pueblo es refrendar los Acuerdos –si se llega-
mediante una Asamblea Constituyente.
No debemos olvidar el sabio adagio popular: ”La carrera trae
cansancio”.
Allende La Paz
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