Allende La Paz, Cambio Total.
Ayer el presidente Juan Manuel Santos procedió a ordenar a
los delegados gubernamentales abordar en la Mesa de La Habana el Cese Bilateral
de Fuegos. Desde hace dos años esperábamos una medida como esa, a fin de salvar
vidas de soldados, policías y guerrilleros que inmersos por voluntades ajenas
perdían las vidas en una guerra fratricida y absurda.
Ésta noticia ha sido recibida con beneplácito –no por tardía
menos importante- por todos los sectores, a excepción, claro está!, de los ”enemigos
de la Paz”. Las FARC-EP, organización insurgente armada, la propuso no bien
arrancados las conversaciones y fue recibida –mal recibida- por medios
burgueses que cubrían –y cubren- las conversaciones en la Mesa y fue rechazada
por los delegados gubernamentales, siguiendo la orientación del ejecutivo.
La propuesta estaba en la Mesa y gravitaba sobre las
conversaciones. La opinión pública mundial no entendía cómo en un conflicto
como el colombiano podría ser realidad unas conversaciones de Paz en tanto
sobre el terreno la guerra continuaba en todo su furor y odio. Lo acertado de
la propuesta, nacida del ”análisis concreto de la situación concreta”, fue
desbrozando caminos y hoy el gobierno –tardíamente, insistimos- se decide a
abordar la propuesta.
Un Cese Bilateral de Fuegos –ya lo habíamos dicho en
múltiples y variadas ocasiones- sería el mejor mentís a los que miraban –y miran-
con escepticismo el proceso de Paz, ya que ellos son usufrutuarios de la guerra
y el odio y viven de la carroña.
Hoy arranca en la Mesa de La Habana un proceso que, a pesar
de las dudas gubernamentales, siempre contó con un pilar decidido a lograr la
salida política del conflicto interno en todas sus dimensiones, las FARC-EP, y
hoy lo acertado de su propuesta ha logrado vencer la resistencia y el
escepticismo gubernamental y ha conquistado nuevos sectores de la sociedad
colombiana.
Ello, lógicamente, ha sido producto, además, de la enorme
presión de todas las fuerzas que a nivel nacional –campesinos, obreros,
estudiantes, movilizados por la Paz-, y a nivel internacional –parlamento europeo,
organizaciones no gubernamentales, exiliados, algunos gobiernos, etc- hicieron
para ”convencer” al gobierno de la imperiosa necesidad de acordar el Cese
Bilateral de Fuegos con las FARC-EP.
Recordemos, por ejemplo, la gran Marcha por la Paz del 9 de
abril de 2013 que le dió un aire al gobierno y mostró el verdadero querer de
los colombianos. Paz, paz, paz!
Recordemos otras miles de asambleas, reuniones, foros,
mítines, etc, todas a favor del Cese Bilateral de Fuegos. Capítulo aparte jugaron
las declaraciones de las delegaciones de Víctimas que viajaron a La Habana, las
cuales de manera unánime señalaron y llamaron al Cese Bilateral de Fuegos.
Quisiéramos que el Cese Bilateral de Fuegos llegase a un
Cese definitivo, mas eso va a depender del accionar de las fuerzas
militares-paramilitares estatales y de los ”enemigos de la Paz”, los cuales
harán todo lo posible para atravesarse como ”vacas muertas” en la rueda de la
historia. Sabemos que harán uso de todas las armas y de todas las acciones
asesinas de que son capaces para ”vengarse” en los guerrilleros de las FARC-EP
toda la locura que poseen sus pigmeos cuerpos y almas.
Mas es el pueblo el que tiene la última palabra y el que
aplastará a esos ”enemigos de la Paz” que quieren seguir viendo los campos y
ciudades colombianas inundadas de sangre popular inocente porque ellos son tan
cobardes que ni siquiera van al frente de batalla a pelear por lo que ellos
creen o a defender sus nefastos intereses.
El proceso de Paz comienza a transitar por los cauces
correctos. No deberá haber ”ruidos” que distraigan la consecución del objetivo
final. Tampoco se profundizarán las heridas producida por ésta guerra fratricida.
Mas el pueblo deberá cuidar el proceso de Paz como la esperada criatura que
nace producto del amor de dos personas, mujer y hombre; criatura que merece
vivir en un país en Paz con justicia social.
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