Si algo ha puesto en evidencia el escándalo de las "chuzadas" es la imperiosa necesidad de construir un nuevo país. Las implicaciones son tan importantes que el presidente JMSantos entro a defender a los militares que horas antes había condenado. Y quien puede hacer que JMSantos reverse su primera y verdadera opinión de las chuzadas?
Naturalmente que el que lo manda. El imperio. Seguro lo mandaron a callar y el, todo modo sito, se calló. Trato de bajarle el tono a este nuevo escándalo de la "oficina" de Galerías y la lengua se la guardo ya sabemos en donde.
Más lo verdadero, lo fundamental, es que este episodio ha servido para mostrarle al mundo con quien están conversando las FARC-EP en la Mesa de La Habana. Con un gobierno sin seriedad y que es callado de manera vergonzosa por los gringos. Además, es claro que -como lo hemos planteado en Cambio Total y Anncol- es imprescindible discutir en la Mesa de La Habana además de los puntos acordados, puntos que desmonten el Terrorismo de Estado de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) como la Doctrina militar rectora del accionar de las fuerzas militares-narcoparamilitares, y doten a las fuerzas militares de una Doctrina que tenga en su centro el respeto de los derechos humanos y la defensa de la soberanía nacional.
Porque es imposible, como lo señalan las guerrillas de las FARC-EP, firmar un Acuerdo si continúan amedrentando y judicializando los líderes populares y aplicándoles a los líderes populares la pena de muerte a través de las ejecuciones extrajudiciales. Es imposible firmar un Acuerdo con un gobierno que ni siquiera puede garantizar le la seguridad a los líderes populares y, mucho menos entonces, garantizársela a los comandantes de las FARC en caso de firmar ese acuerdo.
Viene al caso preguntarse si el gobierno nacional quiere de veras alcanzar una solución política al Conflicto Interno, o si por el contrario lo que pretende es alcanzar en la Mesa de Conversaciones lo que no ha alcanzado en el campo de batalla. Todo pareciera indicar que el propósito oculto del gobierno de JMSantos es la enfunda opción para seguir manteniendo el statu quo y la explotación y la represión contra el pueblo colombiano.
Recordamos entonces lo planteado por diferentes círculos de poder en la Cumbre de Davos en el sentido de que la profunda y amplia brecha entre pobres y ricos producirá en 2015 explosiones sociales con carácter insurreccional, situación de la cual no esta ni Colombia ni los demás países latinoamericanos. Esas explosiones revolucionarias conducen a la construcción de un nuevo orden mundial, más justo y más humano.
Tampoco es de desechar que el curso escogido por el imperio hacia la fascistizacion total de la vida de los pueblos, cuenta con la enorme resistencia de estos. Las manifestaciones populares de Grecia y España son una muestra. En el caso colombiano la persistencia de un conflicto interno desatado y alimentado por la mezquindad oligárquica e imperial, que cada día fascistiza la vida de los colombianos -evidenciada en las justificaciones oligárquicas al espionaje total de la vida de los colombianos-, al tiempo que lo sumé en el hambre, la desesperación y la represión, llevara a una explosión social de tal envergadura cuyo abrebocas se tuvo en las movilizaciones populares del 2013 por el derecho a la Paz y en el Paro Nacional Agrario y Popular.
Nuestro pueblo está decidido y determinado a conquistar la Paz para construir una Nueva Colombia y con seguridad lo lograra porque no hay nada que detenga a un pueblo decidido y valiente luchando por su futuro y su vida.
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