Allende La Paz, Cambio Total.
Dicen los
estudiosos de la Teoría del Caos que hay un caos bueno y otro malo. El caos
bueno es el que resulta en la construcción de nuevas estructuras
auto-eco-organizadas que propenden por producir felicidad al ser humano y es un
caos dinámico, vivo, que respeta la naturlaeza, la madre Gaia y al Cosmos en su
totalidad holisticamente hablando. El caos malo es el caos que siembra la
muerte, el statu quo, y la disolución de las estructuras y de tod lo existente.
En Colombia
tenemos ejemplos de los caos. El caos bueno desarrollado por las FARC-EP en la
Mesa de La Habana y el desarrollado por los sectores sociales que se
movilizaron el año pasado por defender el Agro, las ZRC, reconstruyendo el tejido
social destrozado por el Terrorismo de Estado, los cuales aspiran a construir
un Nuevo País, una Nueva Legalidad, una Nueva Constituyente.
El caos malo está
ejemplarizado en las políticas gubernamentales, empezando por la política de
guerra y la carencia de una política estatal de paz, que ha derramado la sangre
de 966.000 colombianos y destruye la naturaleza para arrancarle los recurosos
naturales (bienes comunes) y ha firmado los leoninos TLC firmados por los
últimos gobiernos, y que para aplicarlos recurre a las fuerzas
militares-narcoparamilitares, verdadero aparatos clasista de represión contra
las clases desafectas del poder.
Lugar
preponderante ocupan los sectores más retardatarios que creen que retrotrayendo
la historia a las nefastas épocas de la Inquisición y el cilicio impedirán el
torrente revolucionario de los constructores del caos bueno. Señalamos con
nombre propio esos especímenes. Son los Uribhitler, los Ordóñez, los Londoños,
los Fachos Santos, y otros tantos, que creen que los colombianos olvidan lo que
ellos hicieron cuando violentaron durante ocho años toda la legalidad burguesa.
Un ejemplo de
ello es que el Uribhitler acusa al presidente Santos de « entregarle »
a las FARC al cantaautor Julián Conrado, lo cual llevaría al « camino de
la impunidad » en el marco de las Conversaciones de La Habana, mas sin
embargo olvida que él « liberó » al comandante Rodrigo Granda por el
pedido del presidente de un país extranjero.
En el orden de
ideas del caos malo, señalamos el caos de todo tipo creado por el procurador al
destituir –sin un análisis de fondo desde el punto jurídico-político- al alcade
de Bogotá, desatando una crisis que puede llevar al país a una hecatombe. Tan
explosiva es la situación que la CIDH ha entrado a jugar un papel para defender
el marco jrídico burgués.
La situación
requiere entonces que todos los partidos, sindicatos, organizaciones populares,
entren a manifestarse no para defender un estado que ha demostrado su
incapacidad total para satisfacer las necesidades del pueblo, sino para
destruirlo y entrar a construir un Nuevo Estado desde sus cimientos, con Nuevo
Modelo Económico, Nueva Institucionalidad, y Nueva Juridicidad, resultado de
una Asamblea Constituyente que salga de los Acuerdos de la Mesa de La Habana,
ya que es allí en donde la Teoría del Caos está demostrando se puede constuir
un Nuevo País.
Debemos recordar
que de una caótica situación de crisis tenemos la posibilidad de enderezar
nuestro destino y « agarrar el toro por los cuernos ».
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