Cambio Total.
No es que por la
Paz se esté sacrificando el movimiento social. Ni más faltaba. Es que en su nombre
los « enemigos de la Paz » están adelantando la más sucia campaña de
exterminio del movimiento social popular. Y desde luego, esos enemigos son los « enemigos
de clase » del proletariado, del campesinado, del estudiantado, de los
habitantes de las barriadas, de las mujeres, en fin, los enemigos de clase del
pueblo ; la oligarquía, los
burgueses, los ricos.
Los « enemigos
de la Paz » que siempre han
asesinado a los colombianos pobres que luchan por un mejor mañana ahora están
borrachos de sangre y quieren más, y más, y más, como todo borracho. Ya sabemos
quiénes son. Ya los hemos identificado. Ellos serán señalados con el dedo de la
ignominia.
Son los ganaderos-terratenientes que han obtenido muchas de sus tierras
fraudulentamente y creen que pueden seguir asesinando colombianos impúnemente.
Son los desafectos del poder como Uribhitler que incluso volvería a asesinar –si
no es que lo ha hecho ya y nuevamente y otra vez-, y quiere volver a la « Casa
de Nari » para como el adicto sediento volver a sentir el olor a sangre
fresca.
Los dizque « amigos de la Paz » que
aplican el Terrorismo de Estado desde sus posiciones gubernamentales y congresionales y aquellos que nunca
han sido amigos pero ellos matan sin disparar un tiro, ellos, los que aplican
la majestad de la « justicia burguesa ». « Con éstos amigos para
qué enemigos ? », reza el adagio popular.
Y los asesinos de siempre empotrados en las
fuerzas militares que enceguecidos ante la posibilidad de Paz arremeten
para asesinar a cuanto militante revolucionario, comunista, de izquierda,
gaitanista, etc, les dé « papaya » y así cumplir para lo que fueron
creadas y para cumplirle a su amo imperial aplicando el Terrorismo de Estado..
Ahí en esas fuerzas militares sobreviven los desarrolladores del Terrorismo de
Estado y su brazo narco-paramilitar, es decir, los Farouk Yanini Díaz, los
Zamudio Molina, los Landazábal Reyes, los Bonett Locarno, y demás. No olvidemos
que los generales de hoy –los Naranjos, los Palominos, etc- son émulos de los
de ayer, y « quieren pasar a la historia » como ha pasado a ella los
generales narco-paramilitares Roto Alejo del Río y Montoya.
En nombre de la Paz el gobierno de JMSantos
continúa impertérrito ordenado aplicar la Doctrina de Seguridad Nacional y en nombre de la Paz se pasea por el
mundo en magistral muestra de desvergonzada coprolalia. No importa que tenga
unos delegados dialogando –diálogo de sordo- en La Habana. Ello no es
importante porque los delegados saben que tienen que jugar su papel de bufones
y poner cara de circunstancias cuando el jefe dé la orden de patear la Mesa.
En nombre de la Paz
siguen asesinado los mejores hijos del pueblo, como ayer asesinaron la
esperanza de un mejor mañana. Es que para ellos, los oligarcas, los serviles
del imperio, la guerra contra el pueblo
es permanente porque ellos saben que su sistema produce –paradójicamente-
sus propios enterradores, como magistralmente señalara Marx y Lenin. Y para
ellos la Paz es apenas un escenario de la lucha contra el pueblo para seguir
imponéndole sus políticas económicas, esas políticas que hambrean al pueblo
para que los ricos, los burgueses, « vivan a sus anchas panchas ».
Por ello,
no podemos ni debemos dejarnos confundir. Busquemos la razón última de las cosas y con
seguridad que damos en el blanco. « Análisis concreto de la situación
concreta ». Hemos sabido de los enormes retos de sentarse a buscar una
salida política –diferente a la profundización de la guerra-, y creemos que
nadie más que las FARC-EP sabe de esos retos y dificultades. El pueblo
colombiano con seguridad se movilizará con mayor fuerza, con mayor decision,
con mayor tesón a fin de imponerles a los « enemigos y amigos » de la
Paz la visión de un país en paz, con justicia social, libertad, democracia
real, independencia y soberanía nacional.
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