Allende La Paz,
Cambio Total.
La Masacre de
Segovia en 1.988 no fue ordenada por Carlos Castaño como quieren hacernos
creer. Esa masacre fue planeada y ordenada por el alto mando militar de la
época en contubernio impúdico con jefes políticos del partido Liberal. Los
ejecutores sí fueron los narco-paramilitares bajo las órdenes de Castaño.
Que fue una
retaliación ? Sí señor. Una retaliación para castigar al pueblo que votó
por la Unión Patriótica (U.P.) y eligió una alcaldesa y a 7 concejales de 10
que tenía el municipio. Era la aplicación del Terrorismo de Estado de la Doctrina
de la Seguridad Nacional (DSN) a fin de romper el tejido social de la U.P., y
de todas las organizaciones populares para que los partidos Liberal y
Conservador siguieran usufructuando tranquilamente el poder.
Que fue la « extrema
derecha » ? No, señor. Fue el estado colombiano, manejado por los
mismos partidos que continúan hoy en el poder. El partido Liberal –César Pérez
García, el congresista aliado con los militares y los narco-paramilitares- y el
partido Conservador.
No vengan a « meternos
el dedo en la boca ». En Colombia, los partidos tradicionales –Liberal,
Conservador y ahora la U- son partidos de extrema derecha. Su ideología es de
extrema derecha y desde el Estado adelantan el Terrorismo de Estado. La
implantación del Neo-liberalismo se sucedería unos cuantos años después,
produciendo la más atroz situación al pueblo colombiano, y ya las
organizaciones populares estaban desmembradas –como los cuerpos de sus líderes
por la « MotoSierra » de los narco-paramilitares- e impidió que
hubiera una mayor resistencia a los planes económicos del imperio y la
oligarquía colombiana.
Se imaginan qué
hubiera sucedido si no hubieran exterminado mediante el genocidio a la U.P. ?
Hoy no estaríamos
viviendo las más crítica situación de que tiene cuenta la historia colombiana.
El objetivo del genocidio de la U.P., era permitir la implantación de los
planes económicos del imperio estadounidense y la tranquilidad para los
partidos tradicionales en el usufructuo del poder. Ahí está su obra, señores
liberales y conservadores. La sangre de las víctimas algún día los ahogará a
todos ustedes.
Es claro que no
ha habido arrepentimiento de los dos partidos tradicionales colombianos. La
consiguiente, persistente y consuetudinaria aplicación del Terrorismo de Estado
ha seguido produciendo el asesinato, las masacres, las desapariciones, las
torturas y el desplazamiento de millones de colombianos. Las Cifras no mienten,
así las traten de minimizar como ha hecho el Informe Basta Ya !, que sólo
reconoce 220.000 víctimas, cuando mal contados pasamos de 500.000.
Por ésta razón,
es impresindible no solo discutir y desmantelar las Doctrinas que impiden la
expresión política de los colombianos pobres, respetando el derecho a la vida y
los demás derechos humanos y laborales, sino desmantelar las Doctrinas que como
la DSN han ensangrentado la tierra patria y han convertido a las fuerzas
militares y de policía en asesinos despiadados de su propio pueblo, y dotar a
las fuerzas militares de una Doctrina Bolivariana.
Ahora viene la
discusión del 3er Punto de la Agenda de la Mesa de La Habana y ahí tocarán las
FARC-EP seguramente el « aporte » de los criminales de las AUC, los narcotraficantes del Cartel de Medellín y el de Cali -aliados del estado en la guerra contrainsurgente- y el
papel jugado por el narco-paramilitar ex presidente Uribhitler en la expansión de los narco-paramilitares.
Como « nada
está suficientemente discutido, si no está totalmente acordado », todos
los puntos tienen conexiones ocultas y evidentes que hacen necesario no sólo
acordar los puntos, sino su implementación a fin de empezar a construir un Nuevo
País, Nuevas Instituciones, para poder empoderar al pueblo de la Paz.
Solamente
así habrá Paz verdadera.
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