Allende La Paz, Cambio Total.
”De la carrera sólo queda el cansancio”, dice el sabio adagio popular. Y en realidad no hay verdad más verdadera. Por mucho correr se hacen las cosas mal. Y eso es lo que la oligarquía colombiana está acostumbrada a hacer. Todo lo hacen a las carreras. Cuando hay una emergencia social, corren al sitio, miran y prometen lo habido y lo por haber, se van y nunca cumplen lo prometido.
Por esos vemos las explosiones sociales como la sucedida en el Paro Agrario y Popular. Las promesas incumplidas y represadas alcanzaron a rebosar la copa y empezó el derrame del descontento popular. Y cuando el pueblo se emputa, se emputa de verdad. O es que no recuerdan el ”Bogotazo”. O es que no recuerdan el Paro Cívico Nacional en las épocas de Alfonso López Michelsen.
Y como no van a cumplir lo prometido a la MIA, pues ya se está fraguando un Paro Cívico Nacional, el cual, por lo que vimos en el Paro Agrario y Popular, va a ser descomunal. Toda una manifestación de la fuerza popular, esa fuerza que ha estado dormida, latente, escondida, y ahora ha sacado apenas la cabeza.
Temblad, incumplidos! No habrá fuerza humana capaz de contener ese torrente de masas populares manifestándose por lo que es suyo. La energía del pueblo seguirá incontenible exigiendo sus derechos conculcados y si no se satisfacen sus peticiones avanzaremos hacia una solución definitiva y total.
Igualmente, nadie entiende eso de ”avanzar, avanzar, avanzar”. Ha sido claro que los tiempos de la re-elección no iban con los tiempos de la Mesa de La Habana. Los ”analistas” de los periódicos burgueses se jalaban yo no sé qué haciendo coincidir esos tiempos cuando de lo que se trataba -y trata- es de crear con paciencia de orfebre, un nuevo país que supere y solucione las causas que dieron origen y perpetúan el conflicto interno colombiano en sus cuatro dimensiones: económico, político, social y armado.
Por eso es que no coinciden los tiempos. Además, como bien señala el Comandante Timochenko, los tiempos no coinciden porque las visiones son diametralmente opuestas, una se basa en la grandeza de solucionar los problemas de un pueblo y un país, y otro se basa en la pequeñez del interés personal. Así ”no hay tú tía que valga”.
”Avanzar, avanzar, avanzar” equivale a hacer cualquier barrabasada de Acuerdo para que la re-elección de JM Santos calze con los ”tiempos” de la politiquería nacional. Lógicamente que las FARC-EP, las fuerzas militares populares, no le jalan a un ”acuerdo” de ese tipo. El Acuerdo que quiere el pueblo colombiano -y las FARC-EP como pueblo en armas- es el Acuerdo de solución de las causas que le han dado origen y perpetuidad al conflicto colombiano en sus cuatro dimensiones.
Y ponerse de acuerdo en esos cuatro dimensiones es una tarea titánica, que requiere que el gobierno empieze a ver que lo que verdaderamente le conviene es re-construir el país el cual está hecho pedazos por cuentas de las equivocadas políticas que han adelantado desde la ”Casa de Nari”. Ahora, si el gobierno quiere hacer coincidir los tiempos puede hacerlo fácilmente. Comprometerse de verdad a comenzar a realizar la reconstrucción del país, junto a las FARC-EP y con la verificación del pueblo, y entonces todo el mundo le caminaría a la re-elección.
Ahí sí ”avanzaríamos” a velocidad de la luz. O como se dice a la velocidad de Usain Bolt.
Dos pasos adelante, un paso atrás...
Written By Unknown on miércoles, octubre 23, 2013 | miércoles, octubre 23, 2013
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