Domínico Nadal, Cambio Total.
El título de por sí ya es engañoso. Un ser humano puede desvincular sus acciones
cotidianas de la ”política » ? Evidentemente que no. Todas sus
acciones están impregnadas de « política ». Lo que sucede es que los
politiqueros tradicionales han desligado la vida del ejercicio de la política.
O mejor dicho, han atentado contra la vida en nombre de la « política »,
que ellos hacen equivalentes a sus intereses mezquinos y de clase.
Mas en aras de
continuar con la discusión aceptamos el término. Qué es Participación Política ?
Participar es crear, es vivir, es disfrutar. Hay que desarrollar creativamente
los mecanismos para entrar en la vida política legal, con las reglas de juego
burguesas (todavía no hablamos de revolución socialista). Lo cual no significa
aceptación pasiva de esas reglas y, por el contrario, de lo que se trata es
estar inscritos en esas reglas para poder cambiarlas para que esa participación
política sea en favor del pueblo, y no como hasta ahora en favor de las clases
oligárquicas-terratenientes.
Participación
Política no es igual a desmovilización y entrega de armas. El paso previo o
primer paso es la «participación política» y de seguir un curso que haga innecesario el
uso de las armas para esa participación, las armas « desaparecerán »
de la vida nacional como elemento político. Lo cual equivale a si la causa
desaparece, desaparece la consecuencia, es decir, si desde el Estado y los
partidos y clases burguesas dejan de usar las armas como instrumentos para resolver
conflictos, así de esa manera las víctimas –el pueblo-, dejará de usar las
armas para defender sus vidas y poder participar en la « política ».
Recordemos que la
« política » en Colombia está teñida del rojo sangre. El asesinato de
los contradictores políticos es la única manera de resolver conflictos que
tiene el Estado y sus clases en el poder. Los asesinatos de Jorge Eliécer
Gaitán, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, y de cientos de « políticos »
populares es prueba de nuestro aserto. Las masacres, desapariciones forzadas,
torturas, ejecuciones extrajudiciales, etc, son formas de aplicar el Terrorismo
de Estado de la DSN.
Civilizar las
costumbres políticas es civilizar nuestro mirar. El vernos con respeto es
crucial en éste punto. Los puntos definidos en la Agenda, « los derechos y
garantías para el ejercicio de la oposición política en general, y en
particular, para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del
acuerdo final », « mecanismos democráticos de participación ciudadana »
y « medidas efectivas para promover mayor participación en las políticas
nacional, regional y local de todos los sectores », serán el necesario e
imprescindible « abrir los ojos » para vernos de verdad y crear
multiplicidad de formas de participación política. Y en el decurso seguirá lo
que la sabiduría popular, el constituyente primario, determine para su
participación real, verdadera, eficaz y efectiva.
Los medios en
poder de la oligarquía pretenden meter en una « camisa de fuerza » a
las FARC bajo el falso argumento de que desmovilización y entrega de armas es
igual a participación política. No señores. Lo que ha sido garantía y han
logrado las armas en poder de la guerrilla no es para desmovilizarse. Es para
construir un Nuevo País, una Nueva Institucionalidad, una Nueva Colombia. Sin
embargo, mientras las FARC piensan y actúan en grande, los « enemigos de
la Paz » al interior y exterior del Estado continúan derramando sangre
inocente de campesinos, indígenas, obreros, etc, aplicando el terror como forma
de mantener sus privilegios.
El asesinato hasta ahora de 8 miembros de la
Marcha Patriótica nos indica que si desde el Estado no desarman los espíritus
de los que tienen las armas asesinas en la mano, incluídos los propios agentes
estatales, el logro de la Paz no dejará de ser una quimera porque nuestro
pueblo ha aprendido a defender su vida a cómo dé lugar.
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