Allende La Paz,
Cambio Total.
Las FARC-EP en
entrevista concedida a Alfredo Molano Bravo colocaron los puntos sobre las íes. En
un texto corto, pero sustancioso, como todos los de Molano, las FARC señalan
que ellos no fueron « a La Habana a entregar las armas que el estado nunca
les ha quitado », es decir, que nunca ha podido quitárselas ; porque
de que lo han intentado lo han intentado, recurriendo a miles de artificios.
En un país como
Colombia, en el cual cualquier « don juan de los palotes » tiene un
arma, en donde las fuerzas militares adelantan la « guerra sucia »
auxiliados por las bandas de narco-paramilitares puestas a su servicio a cambio
de contrabandear impúnemente la cocaína hacia USAmérica y Europa, en donde los
terratenientes también se alían con las fuerzas militares-narcoparamilitares,
sería más que un suicidio entregar las armas.
Ello es
particularmente cierto si miramos la historia colombiana. Todo jefe guerrillero
de cierta jerarquía que ha pactado con el estado la Paz ha terminado asesinado.
No hablo de pelafustanes que se asimilaron al régimen y hacen política al
estilo burgués. No. Hablo de los Gualdalupes Salcedo, de los Carlos Pizarro
León-Gómez. El primero terminó con unos balazos entre pecho y espalda en una
céntrica calle bogotana; el segundo asesinado dentro de un avión en el
aeropuerto El Dorado. Sus autores intelectuales –determiandores les dicen
ahora- permanecen en la más absoluta impunidad.
Es más, si
miramos la historia desde cuando las FARC-EP firmaron la Primera Tregua y Cese al
Fuego con el gobierno Betancour, entenderemos que de una u otra manera las
fuerzas militares-narcoparamilitares estatales, junto con otros « enemigos
de la Paz », les han cobrado a los guerrilleros el derecho de todo un
pueblo a rebelarse contra un estado que aplica el Terrorismo de Estado.
Significativo fue
el genocidio de la Unión Patriótica. 2 candatos presidenciales (Jaime Pardo
Leal y Bernardo Jaramillo Ossa), senadores, representantes a la Cámara,
Alcaldes, Diputados, Concejales, líderes de base, todos fueron asesinados a mansalva,
sobre seguro, desarmados. Todos esos asesinatos fueron cometidos a pesar de
Diálogos de Paz, aún cuando las FARC no habían entregado las armas (que no lo
han hecho).
Igualmente han
continuado el baño de sangre contra el pueblo colombiano. Medio millón de
víctimas son prueba de la inmensa sevicia conque el estado adelanta la Doctrina
de Seguridad Nacional (DSN), su Terrorismo de Estado y su pretensión de « secarle
el agua al pez ». La realidad también nos muestra que incluso luchar por
las más primarias reivindicaciones equivale a que les coloquen a los luchadores
populares un arma en la cabeza y le descerrejen uno o varios tiros.
Por ello, nos
preguntamos : Cómo haremos para que las FARC hagan política sin que los
asesinen ? Debemos en primer lugar tocar el aparato estatal, base y
sustento de las más aberrantes políticas de exterminio. Debemos cambiar la
Doctrina Militar y la Doctrina Política del Estado. Dotar las fuerzas militares
de una Doctrina Bolivariana y desarrollar la más amplia democracia
participativa del pueblo son algunas garantías, pero no las únicas.
Las FARC
deben continuar con las armas. De qué manera? No sería posible la conformación de una policía guerrillera
campesina en las zonas de control guerrillero bajo mando de las guerrillas ?
No sería posible integrar altos mandos guerrilleros a las estructuras de mando
de las fuerzas militares ? Imposible ? No. Difícil ? Sí. Mas, si
lo que queremos es cimentar la Paz en bases sólidas debemos ir pensando en
estas alternativas. Mirándonos a los ojos en el día a día, sin sospechas, sin
retaliaciones utilizando la graduación ni la jerarquía, despojándonos del
espíritu de venganza, podremos transitar los caminos que la reconciliación
verdadera entre los colombianos exige.
Si las FARC-EP
entregaran las armas –que no lo harán, a Dios gracias- resultarían asesinados
por los ”enemigos de la Paz”. Téngalo por seguro !
Publicar un comentario