Se fue Benedicto
y llegó Francisco. Benedicto dizque abdicó por no soportar la inconmensurable
corrupción del Vaticiano, aliado incluso a la mafia italiana. Llega Francisco, « Pacho »,
en éstos momentos de crisis profunda de la Iglesia Católica y coincidencialmente
( ?) después de la muerte de Chávez y para más señas es latinoamericano.
La Iglesia
Católica perdió su carácter. Lo que le imprimía el sello distintivo en los
primeros tiempos fue su defensa de los pobres, su vida al lado de los pobres
del mundo. Hoy esa práctica está olvidada y los curas que se dedican al
sacerdocio con los pobres son tildados de « comunistas ». La
jerarquía católica se alía con el poder, no importa si es « democrático »
o « dictatorial », simpre y cuando sea poder.
Recordemos no más
el papel jugado por el papa aliado con la CIA para a través de las iglesias
católicas derrumbar el sistema socialista, el cual hoy vuelve a luchar por
reivindicar a las masas pobres de esos países. Recordemos no más la alianza
impúdica con la Mafia. Recordemos no más la inmensa corrupción existente al
interior de la Iglesia Católica, incluído el Vaticano, la cual está llena de
jerarcas inmersos en casos penales de violaciones sexuales y delitos contra el
fisco, amén de sus negocios sucios ocultos.
Todo ello ha
llevado a la Iglesia Católica a donde está. Pérdida de creyentes que son
asimilados por las iglesias evangélicas. Jerarcas que bendicen los aviones y
las armas de las fuerzas militares conque van a masacrar al pueblo, como en el
caso colombiano. Increíble postración de una jerarquía sin salida. Y siguen en
las mismas.
En Colombia la
jerarquía sigue alinéandose al lado del estado, bendiciéndolos ante los
crímenes de lesa humanidad que realizan en defensa de la « democracia »
y « Dios ». Los curas populares –Camilo Torres, Domingo Laín, Manuel
Pérez y otros que trabajaban con las barriadas populares de las ciudades
colombianas- vinieron a darle una bocanada de aire a una iglesia cuyo edificio
se va cayendo a pedazos.
No creemos que
esa calamitosa situación vaya a cambiar porque el nuevo papa sea
latinoamericano. Una elección política eminentemente. Política porque pretende
enfrentar la Iglesia Católica a los presidentes progresistas y revolucionarios
del continente. Mucho más ahora que no está Chávez. Quizá por ello lo escogieron.
... Según sus críticos, Bergoglio les retiró la protección de su orden religiosa a ambos párrocos, que lograron sobrevivir a un encierro de cinco meses. El señalamiento consta en el libro 'El silencio', del periodista Horacio Verbitsky, y construido sobre testimonios de Orlando Yorio, uno de los jesuitas plagiados.
"La historia lo condena: lo muestra como alguien opuesto a todas las experiencias innovadoras de la Iglesia (se enfrentó con firmeza a la teoría de la liberación) y, sobre todo, en la época de la dictadura, se muestra muy cercano al poder militar", sentenció el sociólogo Fortunato Mallimacci, exdecano de
la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires ».
Ahí está pintada la Iglesia Católica.
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