Miércoles 21 de julio 2010.
Colombia
es un estado fracturado. Desde la invasión española y también después
de la gesta independentista. Fractura evidente en la enorme brecha
entre sus clases. En Colombia se muestra la diferencia de clases de una
manera aberrante. Podemos encontrar los personajes más ricos y la
pobreza e indigencia más extremas. Vemos a un Julio Mario Santodomingo y
un Luis Carlos Sarmiento Angulo nadando en miles de millones de
dólares y a Pobre Pueblo sobreaguando en un mar de necesidades sin un
sólo peso para comer un día.
Ello ha
sido posible porque las clases ”criollas” -de hijos ricos de
españoles- se apoderaron del estado y lo pusieron a su servicio. La
explotación que pisó suelo americano con la llegada de los españoles,
británicos, holandeses, franceses, adquirió múltiples formas y los
pobres colombianos fueron excluídos de la educación y demás formas de
reivindicaciones sociales. Los excluídos de antes son los excluídos de
ahora, sin solución de continuidad.
Ese
estado fracturado en manos de la oligarquía ha sido posible por el
ejercicio violento del poder. Colombia siempre ha estado en guerra. La
búsqueda de la paz no deja de ser una quimera. Bolívar es asesinado
por los Santanderes con la complicidad de una goleta gringa. Sucre
también asesinado por los santanderistas del Cauca. Se fragmenta la
Gran Colombia que sonó Bolívar y los oligarcas colombianos se
arrodillan ante los gobiernos de Estados Unidos.
El
ejercicio violento continúa y los pobres siguen siendo excluídos de
todo. La masacre de las Bananeras y la ”Ley Heroica” es quizá la
primera masacre registrada y el comienzo del Terrorismo de Estado.
Asesinan en 1.948 a Jorge Eliécer Gaitán y desde entonces la violencia
es el pan de cada día. Cientos de miles de muertos es el saldo de ese
manejo violento del poder. Las cifras de víctimas se calculan entre
250 y 500 mil muertos. A la par del arrodillameinto a los gobiernos
de USA se produce la dependencia total a los Estados Unidos. En todos
los campos. Económico, militar, político, judicial, etc.
Desde
el Plan LASO hasta el Plan Colombia con sus tres fases en Colombia no
se vive un momento de paz, aunque desde la Casa de Nari y las
pocilgas del poder se niegue que existe una guerra en Colombia. Hoy
nuestro país vive una situación dramática. Crisis humanitaria. Crisis
de Derechos Humanos. Crisis institucional. Quien lleva la carga de
esas crisis es el pueblo. Mientras la oligarquía y la
narco-para-oligarquía pelechan a la sombre de los gobiernos de Estados
Unidos y pretende involucrar a los países hermanos en los problemas
exclusivamente colombianos y desencadenados por esa oligarquía
parásita y asesina.
Por ello el
pueblo se ha levantado y mediante su lucha mantiene la consigna de la
construcción de la Nueva Colombia. A la aplicación de la consigna de
”la combinación de las formas de lucha” por parte de la oligarquía, el
pueblo le aplica ”la combinación de las formas de lucha de masas”. Y
ha dado origen a la insurgencia armada, a sindicatos, a partidos
políticos, a organizaciones de todo tipo.
Ésta
lucha es reprimida, arrasada a sangre y fuego. Pero el pueblo no se
acobarda. Sabe que está cerca la concreción de la Nueva Colombia, en
paz con justicia social, democracia, libertad, independencia y
soberanía nacional. Ésta Nueva Colombia entonces estará inscrita en el
torrente revolucionario que hoy sacude las viejas estructuras del
capitalismo y va avanzando en la construcción de nuevas estructuras.
Con fe y mucha alegría.
Hacia la Nueva Colombia porque el futuro es verdaderamente nuestro y está en nuestras manos.
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