“...
trescientos años de calma, ¿no bastan?”
Simón
Bolívar. 3 de Julio de 1811
Por Nelson Escobar
“Mucha luz encandila”, nos decía el camarada Ali, en una pequeña reunión de militantes
revolucionarios hace, si mal no recordamos unos treinta y tres años. Con pausada actitud, con seguridad y
firmeza, con la prisa necesaria sin que la velocidad de la toma de decisiones
atropellara; así nos hemos formado al lado del pensamiento de Ali Rodríguez Araque. Siempre
ha sido actitud de nuestro camarada, la rigurosidad que le imprime a su
accionar, el estudio y la investigación han sido en el compañero Ali, un martilleo constante para
quienes hemos estado acompañándolo en esa, repito, rigurosidad de su vida con R mayúscula. Su sur ha sido que la revolución no pierda su juventud y de allí el énfasis en
quienes hemos intentado asirnos de su pensamiento.
Revolucionario marxista, disciplinado como el
que más, sin perder la poesía en su verbo,
en sus escritos, en su peregrinaje transformador. Ali
nos ha enseñado que tenemos que formarnos en todos los espacios, en
todos los campos. Sus ayudas y
opiniones llenas de ciencia social, han
permitido fortalecer y darle base teórica a la revolución latinoamericana y
caribeña, a nuestro proceso mestizoamericano.
Allí estuvimos acompañándolo en la presentación del libro “Antes de que se me Olvide”, en el Hotel Alba este viernes pasado; con
puntualidad milimétrica llegó Ali,
una conversación sostenida con la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde. ¡Trescientas siete páginas! Escritas
magistralmente que lo convierten en un libro de consulta permanente para todo
revolucionario; para todo ciudadano, para todo aquel o aquella que se dedique a
la lucha por la libertad y la justicia en el planeta. Un hermoso acto y un merecido reconocimiento
en quién ha señalado siempre un ideal colectivo y ha luchado por su éxito.
Ali Rodríguez Araque, ese amigo revolucionario en quien nunca ha
existido la vanidad, fue señalado por
José Vicente Rangel como vocero de la izquierda que no se rinde, que no se
rindió … “la izquierda de la bondad
y el amor, la izquierda de la Patria”.
Entre muchos hombres y mujeres canosas, compartimos un auditorio a
reventar, lleno de revolución.
Guerrillero, bandolero, guerrillero, se oyó esa canción de Gloria
Martín, entonada por, precisamente; guerrilleros y algunos jóvenes. Oímos también… soy comunista toda la vida y
comunista he de morir… y si me matan en
el combate, pongo en tus manos mi fusil, Abella Chao! Ali
fue acompañado por el pueblo que trabaja y lucha, allí estuvieron ministros,
miliares, Earle Herrera, con su jocosidad revolucionaria que hizo de la
presentación un acto “serio”. José
Vicente Rangel, quien señaló el talante moral de Ali, Mirian Elizalde, Nicolás Maduro y también el espíritu
revolucionario de nuestro líder Hugo Chávez, que todo el tiempo impregnó el
ambiente, ¡el poder popular!
Hermoso fue ver y sentir algunas lágrimas
derramadas en el escenario, oír “el papagallo” interpretado por Pérez Rossi y
Cecilia Todd. Ali siempre nos ha animado a estudiar, a investigar, nos ha
enseñado con el ejemplo, ha sido y es un hombre de acción, nos ha enseñado con
el ejemplo. Ali revolucionario, de poesía en su verbo.
Con una flor en su mano y fusil en la otra, Ali ha sabido siempre combinar la
ciencia con la ternura. Al terminar, sus palabras fueron dedicadas
a la juventud; en sus manos está el socialismo, indicó.
Finalizó este sencillo acto diciendo:
¡Viva Hugo Chávez! ¡Viva la Patria! ¡Viva la Revolución Bolivariana!
Gracias Ali!!!
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