Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.
Es evidente que estamos respirando nuevos aires después de
la firma del Acuerdo de Paz y del blindaje por 12 años decretado por la Corte
Constitucional. Así, duélale a quien le duela, la CC se convierte en la
salvaguarda del Acuerdo Final para una paz estable y duradera. Cualquier acción
contra el Acuerdo de Paz por parte de sus enemigos tendrá que pasar por el
cedazo de la CC. Por ello, vamos a
dedicarnos a otros menesteres.
Así, a pesar que se sigue aplicando el Terrorismo de Estado,
esos nuevos aires se han visto patentizados en la reacción popular ante la
Masacre de Tumaco y la consiguiente lucha por hacer realidad la sustitución de
cultivos ilícitos –única forma de garantizar el sustento y la sobrevivencia de
los campesinos ante las políticas neoliberales aplicadas desde Bogotá y
recetada desde Washington-, que nos dejan un agradable sabor en la boca después
de la ejecución de 7 campesinos en Tumaco, aun cuando según cifras oficiales
van 85 campesinos asesinados en el 2017.
La vida en un Nuevo Partido, trascendiendo de una estructura
militar, vertical, a una estructura partidaria, vertico-horizontal, trae
reacomodos de los militantes y pérdida de la perspectiva de algunos que se
quedaron en la historia y añoran la estructura militar.
Los reacomodos son
imprescindibles y los diálogos en las estructuras organizativas del nuevo partido
priman al orden del día. Ojalá todo sea consensuado, pero si no se puede se
aplicará el Centralismo Democrático como uno de los principios que rigen la
vida partidaria.
No sobra advertir la
necesidad de volver a los teóricos clásicos de la teoría revolucionaria a fin
de llenarnos de razones para hacer que el funcionamiento del Nuevo Partido ande
sobre ruedas aceitadas y no se presenten obstáculos insalvables.
Los miembros que añoran
los viejos tiempos deberían ir entendiendo que esos tiempos pertenecen al
pasado y de lo que se trata en el momento presente es encarar el trabajo político
con las mismas energías –o aún más- conque se adelantaban las tareas en los
viejos tiempos. El reto es inconmensurable. Antes la lucha era contra un
hipertrofiado aparato militar, mientras ahora la lucha es contra todo el estado
directamente englobando poder ejecutivo, poder legislativo –y sus corruptos
miembros-, el poder judicial y su “morronguería” en aplicar las leyes que
favorecen a los hijos del pueblo y su celeridad de acuerdo con el grueso del
fajo de biletes que entran a sus bolsillos, y, desde luego, el aparato military-policial.
Ya estamos viendo esta lucha. Los incumplimientos del
ejecutivo, sumado a la paquidermia del legislativo tan rebosante de corrupción,
y la no aplicación de las leyes de amnistía, por ejemplo, sumado a los
asesinatos de dirigentes populares y de FARC, son apenas una muestra de que la
lucha es mucho más difícil en las actuales condiciones que antes.
Máxime cuando antes los
miembros de FARC tenían con qué defenderse –las armas- y hoy solo están dotados
de la fe en su apuesta por la Paz de Colombia. Si antes los guerrilleros
estaban soportados por los campesinos e indígenas de sus zonas de influencia,
hoy día están soportados por las masas de obreros, campesinos, indígenas,
estudiantes, mujeres, etc, que piden la presencia de sus líderes,
transformadores sociales, y poder elaborar entre todos las líneas políticas
populares a fin de adelantar la lucha popular contra el estado neoliberal.
Las invitaciones a
diversos escenarios para intercambiar ideas, universidades, comunidades,
eventos de mujeres, etc, etc, nos dan una idea de cuan grande será el esfuerzo
que el Nuevo Partido tendrá que desplegar para copar en territorio nacional y
para erigirse en la verdadera Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común que
tiene como tarea adelantar la lucha por la toma del poder para el pueblo.
La tarea es descomunal.
Nos enfrentaremos a todos los vicios del establecimiento político colombiano. Guerra
sucia, corrupción, represión, desapariciones, masacres, ejecuciones
extrajudiciales, políticas hambreadoras y violaciones de derechos humanos y laborales.
En esas estamos. Entre
más grande el reto, más nos creceremos ante las adversidades. Vamos hacia la
construcción de la Nueva Colombia en paz con justicia social.
https://www.facebook.com/hernan.vanto/posts/1558348384225972
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