Hernando Vanegas Toloza. Postales de Estocolmo.
La paz en Colombia se va
abriendo paso en toda Colombia. Los que le han apostado todo –los sectores
populares- la han abrazado pletóricos de sensaciones y de esperanza.
Los “enemigos de la paz”
chillan con cada acto que las FARC-EP –con quien firmó el Acuerdo de Paz el
gobierno colombiano- van a hacer. Especialmente los sectores politiqueros del
establecimiento burgués, es decir, la llamada “clase política”, plena de
corrupciones y de asesinatos.
En ésta semana le
correspondió la alharaca de algunos miembros del fétido congreso chillar porque
Jesús Santrich y Andrés París asisitieron en el congreso a un homenaje a Clara
López, la del Polo (para que no se confundan). Fue un acto sobrio. Jesús
Santrich –abogado, especialista en Historia de Colombia, poeta, escritor, caricaturista,
músico y quién diablos sabe que cosas más- dirigió un poema a Clara López.
“Te encontré al sur del día
como saliendo de la angustia de los huracanes/
estabas entre palmeras y Gaviotas taínas
en las coordenadas de un sol con arreboles/
en aquel momento el ocaso se desnudó
frente a mis ojos y el mar me dio
la bienvenida con el abrazo abismal
de su azul
profundo salitroso,
en el que la
luna sumerge su lumbre argentada
y la brisa
susurra entre náufragos sortilegios”,
reseña la
revista Semana.
Ésta intervención les dolió a los “enemigos de la Paz”. Enseguida gritaron histéricamente que ”todavía” las
FARC-EP no podia participar en política. De verdad, el conocimiento, la literatura,
la poesía se les aparece como un elemento “subversivo” a los ignorantes
miembros de los partidos politiqueros colombianos.
Otros representantes de
los partidos del establecimiento ponderan en su justa medida ésta particación
como un grano de arena más que se coloca en la playa de la paz, que besada
constantemente por el mar, va engrandeciendo a nuestro país, a pesar de los que
se oponen a superar 53 años sufridos por el pueblo colombiano, quien fue en
últimas el puso los muertos y los sufrimientos.
Así, diariamente, a
pulso de poesía, canciones, artículos, pronunciamientos, caminatas y
campamentos de jóvenes y estudiantes, etc, se va abriendo la Paz. Ya no a
golpes de fusil aunque hay algunos –militares y narcoparamilitares acolitados y
dirigidos por los “enemigos de la Paz”- que siguen hacienda actos de
provocación para romper el Cese Bilateral de Fuego como hace poco, sino a
golpes de esperanza para construir un Nuevo País en paz con justicia social.
Construyendo la Paz
Construyendo,
construyendo,
vamos construyendo la paz
en busca de la felicidad
que ansía
todo nuestro pueblo.
La guerra no tocará más
la carne inocente de mi pueblo,
se silencian
los fusiles asesinos
que causan
centenas de miles de muertos
después de 53 años de decretar la guerra.
Vivo con los pies en la tierra
cargado de
sensaciones de sosiego
y recuerdo
con dolor cansino
mis propios
muertos y también los ajenos
que regaron
con su sangre
el campo de
nuestros hermanos.
Ya no más,
ya no más guerra, basta ya!
construyamos,
construyamos /entre todos
un nuevo
país /en donde sembrar maíz
sea más
importante que/ disparar y reprimir,
demos más
importancia a la labor de un maestro
que a la siniestra
de un asesino, de un sicario,
demos un
adiós postrero
a la guerra
que ya ha muerto,
ay, ay, ay,
adiós, adios.
Que los esperanzadores ojos de las madres
acompañen la sonrisa inocente del niño
que no
morirá en un paseo de la muerte,
que los
jubilados reciban el trato que merecen,
que los
trabajadores tengan un justo salario
y no un
mísero diario
que apenas
alcanza para sobrevivir.
Construyamos un país en Paz
en donde campeé la justicia social,
construyamos un país en donde la verdad
sea más
importante la mentira falaz,
un país que
no ande en un barrial
de corrupción
e infelicidad.
Basta ya de guerra
no más dolor en nuestra tierra
dejénnos construir la Paz
déjennos vivir la vida en felicidad...
Hernando
Vanegas Toloza 17-06-01
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