Cuentan las viejas leyendas
que había un país en donde no les pagaban a los maestros…
En la mitad del siglo XX
los maestros eran un ejemplo de constancia y dedicación en su noble labor de
enseñar a los niños, jóvenes y adultos. Con esfuerzos denodados, el estado no
les pagaba sus salarios.
Pasaban 6 meses, un año,
año y medio, sin que desde Bogotá o las ciudades capitales departamentales les
giraran sus salarios ya ganados. Habían gobernadores, auditors, etc, que
depositaban los salarios de los maestros en sus cuentas privadas ganándose el
porcentaje de tener cientos de millones depositados.
Había que ver las peripecias
que hacían los maestros para su sostenimiento. Algunos vendían su “nómina” a
los usureros con la consiguiente pérdida de parte de su salario. Perdían 20-20%
y más. O habían comerciantes de alimentos que “fiaban” a los maestros, con la
consiguiente pelea cuando no llegaban los salarios y el comerciante creía que
el maestro los estaba engañando.
Hasta un vallenato les
compusieron. Se llama Los Maestros del compositor Hernando Marín Lacouture.
Ésta situación se “arregló”,
pero los maestros tenían que luchar ahora por otras reivindicaciones. Lucha por
mejorar la educación y contra los “estatutos docents” que cada gobierno se
inventaba. Había que ver la cantidad de aberraciones que habían en esos
estatutos, los cuales nunca fueron consultados con los maestros y salían de los
“cerebros” del ministerio de educación.
También han tratado de precarizar el trabajo de los
maestros. Algunos maestros
trabajan con contratos fijos. No tienen derecho a vacaciones y reciben salario
los meses que trabajan, cuando no nanay cucas.
"No es solo un tema salarial, nosotros estamos exigiendo alimentación, transporte e infraestructura
para los niños. Luchamos por la calidad de la educación en Colombia", dijo
el presidente de la Federación Colombiana de Educadores, Carlos Rivas.
Hay reivindicaciones en las peticiones de los maestros
que se inscriben en temas de política educativa, un estatuto único que regule la
carrera docente, temas de sostenibilidad económica, sistema de
salud, entre otros.
Los maestros colombianos completan
UN mes de paro laboral en exigencia de éstas reivindicaciones. El gobierno trata
de pasar de agache como ciempre cuando se trata de las reivindicaciones
populares.
Maestros forman parte del pueblo,
son parte de la clase media que lucha por evitar que el neoliberalismo los depaupere
más, la cual está al punto de caer en los brazos ávidos de la pobreza, la
llamada “proletarización” de las clases
medias.
Llama la atención que los medios en
poder de la oligarquía publicitan el paro de maestros como si ellos quisieran ”dejar
sin clases” a los niños y jóvenes colombianos. Tajantemente rechazamos esta manipulación
de la información. Precisamente los maestros están en paro para lograr que la
Educación sea una educación de calidad y no muestre el estado de postración que
se evidencia en los lugares que ubican a Colombia como un país con una
educación deficitaria.
El
propio presidente JM Santos mostró el dramático cuadro: El Presidente de la República, Juan Manuel Santos,
reveló las cifras que permiten saber cómo está el país en materia de calidad educativa.
De acuerdo con el Mandatario, en una escala de 1 a 10 Colombia está así:
primaria (5,13), secundaria (4,90) y media (5,53).
Estamos orgullos de la calidad
de la educación en Colombia? Evidentemente que no.
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