Allende La Paz.
Extraño país éste
Colombia. O más bien, extraños los ”analistas” que emborronan cuartillas
tratando de descalificar lo in-descalificable.
Me explico.
Esos “analistas” se rasgan las vestiduras por las Tesis de
Abril para la fundación del Nuevo partido que nacerá de las FARC-EP. No entienden, o no quieren entender, qué es un partido
politico.
Quizás tenían la
esperanza de que el Nuevo partido de las FARC-EP abjurara de sus raíces filosóficas,
políticas, y se convirtiera en un partidito más del establecimiento, como ha
sucedido con otros movimientos guerrilleros que por sus inconsistencias
ideológicas terminan convertidos en furgón de cola de la oligarquía (caso M-19
con Everth Bustamante y el uribismo, o caso Navarro y su ni-ni).
Se admiran –eso quieren
hacernos creer- que las FARC-EP reafirman que su Proyecto político es “el poder
político para el pueblo”. Partido que se cree y no tenga como objetivo la toma
del poder no es un partido, es un mortinato que –como significa la palabra-
nace muerto. No tiene posibilidad de existencia porque ya nació asfixiado y sin
posibilidad de resucitación.
La lucha entonces del Nuevo
partido es hacer llegar a toda la población su mensaje de la necesidad de “tomar
el poder” para poder solucionar los ingentes y largamente aplazados problemas
que padece el pueblo colombiano por cuenta de la entrega a los imperialistas
estadounidenses y por cuenta, como no, de la corrupción voraz de los recursos
estatales –impuestos, etc- por parte de los politiqueros corruptos que, esos
sí, luchan por mantenerse en el poder “a sangre y fuego”.
Esa lucha por mantenerse
en el poder produjo 300.000 víctimas mortales y 2 millones de desplazados
forzosos –víctimas no mortales a quienes les robaron incuantificables hectáreas
de tierras (reforma agraria regresiva)- durante la primera Violencia
(1946-1958) y desde 1964 –ataque a Marquetalia- declaró y desplegó la guerra interna,
la cual según el CMHN ha producido 220.000 víctimas mortales y 8 millones de
desplazados forzosos –víctimas no mortales-, mediante las modalidades
delictivas de desapariciones forzadas -97,7% responsabilidad del estado
colombiano-, masacres (83,3% responsabilidad estatal), ejecuciones
extrajudiciales (83% responsabilidad estatal), produciendo el robo de más de
8,5 millones de hectáreas (2a reforma agrarian regresiva).
Prueba de que los
partidos del establecimiento “luchan con todas las armas a su alcance” –“combinación
de todas las formas de lucha” oligárquicas- está en la reciente convención del
CD que prometió “volver trizas el papelucho del Acuerdo Final” entre las
FARC-EP y el gobierno nacional para una paz estable y duradera.
Los partidos
tradicionales –liberal y conservador- y los nuevos partiditos que nacen del
apetito de ciertos personajes no contentos con la repartición burocrática no
luchan por “tomarse el poder” porque desde hace más de 200 años lo tienen en su
poder –cuando sacaron de la disputa política al Libertador Simón Bolívar y sus
eguidores-, sino por perpetuarse en él, es decir, seguir manteniendo el estate quo,
para adelantar políticas que favorezcan a las clases y subclases que ellos
representan: Empresarios, financistas, ganaderos, latifundistas, etc.
Es evidente que el
modelo capitalista que aplican las élites en el poder está basado en “la
explotación del hombre por el hombre”, la cual adolece de una inmensa y
profunda corrupción nacida de sus propias entrañas. Las denuncias diarias de
casos de corrupción en Colombia demuestran que son excepcionales los casos de políticos
burgueses honestos y todos, de una u otra manera, están “untados” por ella.
Las FARC-EP reafirman en
las Tesis de Abril –si las aprueba el Congreso constitutivo del Nuevo Partido-
que siguen la Doctrina del Marxismo-Leninismo y del Bolivarianismo. De qué se
admiran los “analistas” del establecimiento? Acaso no sabían que la guerrilla
de las FARC-EP era una guerrilla comunista? O, es que esperaban que los “ríos
de leche y hiel” que ofrece el establecimiento harían cambiar su esencia
filosófica? Ah! “Pensar con el deseo”, decía mi abuela.
Es, desde luego, claro
que las FARC-EP no tiene un “modelo” a seguir. Ni el modelo cubano, ni el
modelo venezolano, ni el modelo soviético, porque precisamente las FARC-EP
empiezan la construcción de su propio modelo para llegar al poder. De su inventiva
dependerá el futuro del modelo que seguirán las FARC-EP.
Para ello cuenta con un
acumulado histórico desarrollado desde hace 52 años. Las FARC-EP, a diferencia
del M-19, tiene una profunda raigambre con el territorio y lospobladores de sus
zonas de influencia. El M-19 era una guerrilla trashumante que ni le interesaba
la formación ideológica (”los libros es para las FARC”), ni la construcción de
bases sociales sólidas (”lo nuestro es
combatir y combatir hasta tomarnos el poder”). En cambio las FARC-EP, y esto lo
tuvieron claro sus comandantes históricos, realizaban trabajo de terreno en la
mira de construir tejido social que fuera creando bases sólidas para ir
avanzando en la organización de las masas populares.
La preocupación del Bloque Dominante de Poder –manifestada en la cantidad de “analistas” disparando sus
dardos envenenados contra el nuevo partido de las FARC-EP- es que frente a
ellos se erigirá un verdadero partido popular, dotado de una sólida doctrina
filosófica-política, con una estructura probada en los tiempos de guerra.
El pueblo colombiano contará por fin con un partido nacido
de la entraña misma del pueblo, con dirigentes del pueblo, los cuales no se
venderán ni traicionarán su gente. Ese
es el miedo que corroe las de por si corroídas instituciones del estado capitalista
colombiano.
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Bienvenido sea este nuevo partido político de las FARC ep les auguro éxito mucha suerte y ojalá se logre en alzar con el poder en Colombia para así engrandecer la gran patria latinoamericana
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