José María Carbonell,
Nueva Colombia.
Alrededor de los actos
de celebración de los 53 años de las FARC-EP, producto del ataque a Marquetalia
por el Plan LASO desatado por el gobierno de Guillermo León Valencia
(conservador), se produce la “decretón” del gobierno JM Santos que al parecer da
un impulso a la implementación del Acuerdo de Paz firmado en el Teatro Colón.
Ya era hora. Parece que si el presidente no se apersona para
lograr la actividad de los funcionarios estatales, éstos ”se tiran las petacas
al hombro” y no hacen nada. Los incumplimientos estatales –gobierno incluído,
naturalmente- han retrasado el cronograma de la Implementación, ya que por
parte de las FARC-EP el cumplimiento ha sido al pie del reloj, como si fueran
ingleses.
Esperamos que éste impulso direccione por la vía del
cumplimiento a los funcionarios estatales y empiezen a cumplir los nuevos plazos
fijados y la implementación se vea en la realidad. El pueblo colombiano espera
que el gobierno cumpla en materia de Paz y se ha dotado de inmensa paciencia. Igualmente espera que el gobierno Santos cumpla los
compromisos adquiridos con Buenaventura, el Chocó, con los maestros de FECODE,
con los trabajadores estatales.
Aún no está en actividad
política las FARC-EP y ya el pueblo reclama su concurso en las luchas legales
por venir. Esperamos en Agosto 2017 se pueda ya finiquitar la dejación de armas
y las FARC-EP funden su nuevo partido, partido de clase, y puedan entrar a
adelantar sus proyectos económicos productivos, al tiempo de adelantar la
actividad política propiamente dicha.
La actividad política de
las FARC-EP enriquecerá la política ya que es un Nuevo partido, con una
estructura sólida, y con principios político-organizativos y éticos que
enfrentará la creciente corrupción de la politiquería tradicional. El pueblo
sabe que las FARC-EP desarrollará su actividad en favor de las clases populares
y que estará en primera línea de combate –legal- por lograr la satisfacción de
las necesidades –básicas y secundarias- de toda la población.
Para ello se hace
imprescindible avanzar en la organización de las masas populares aún dispersas,
luchar por la unidad del pueblo, y sobre la marcha avanzar en la coordinación
de las luchas a nivel local, regional, nacional. Ahí en dónde haya una lucha
reivindicativa, económica, política, social, allí, con seguridad, estarán
miembros del nuevo partido fariano, aprendiendo y enseñando lo pertinente de
acuerdo con el momento de lucha, con humidad y deseos de contribuir a la lucha.
La política en Colombia
recuperará su máxima expression. Los partidos del establecimiento –sin ideología,
sin ideas, inmersos en la sempiterna corrupción- tendrán que ”re-fundarse” si
quieren de verdad enfrentar el nuevo fenómeno politico fariano. Desde luego que
los objetivos a los partidos burgueses serán, además de seguir manteniendo en
su poder lo “ganado” desde el punto económico (tierras, superexplotación de
trabajadores, etc), seguir manteniendo en su poder el estado como maquinaria de
opresión de unas clases (empresarios, ganaderos, terratenientes, etc) por otras
clases (obreros, trabajdores, campesinos, etc).
Las contradiccione se
resolvaerán según sean antagónicas o no antagónicas. Será la
lucha de clases llevada de manera civilizada, sin necesidad de recurrir a las armas
para resolverla. Esa es la esperanza. Será la élite en el poder el que definirá
el curso a seguir enla vida del país. El pueblo luchará de acuerdo con la forma
de lucha que escoja la élite en el poder.
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