Domínico Nadal, El
Cuento de la Semana.
Es un pueblo en que… los “analistas”
burgueses –pagos por los dueños de la multimedia- pretenden que el pueblo
venezolano y su revolución bolivariana den un paso al lado y le entreguen el
poder a la derecha oligárquica que gobernó Venezuela durante casi dos siglos y
dejó cientos de miles de ejecutados extrajudicialmente, desaparecidos,
masacrados, y condiciones infrahumanos para sus habitantes pobres.
“Piensan con el deseo”, desde luego. Atiborran las
cuartillas de los diarios y la tv de sus deseos frustros. Y los medios internacionales –propiedad de los
imperialistas de USA y Europa- les hacen todo el eco ya que sus súbditos
escriben lo que quieren sus patrones quieren que escriban.
Según esos “analistas”
colombianos, con el gobierno de Maduro el pueblo venezolano sufre carencias y
les toca hacer grandes “colas”, mas nunca han analizado que en los grandes
centros comerciales de los barrios de ricos hay de todo, como lo develó al
mundo un periodista vasco que visitó Venezuela. Pobrecitos los venezolanos,
lloriquean esos mercachifles, mas cuando los venezolanos sufrían carencias de
todo tipo, vivienda, alimentos, ropa, educación, salud, etc, ninguno de ellos
decía nada porque era un gobierno de derecha, oligárquico, elegido mediante la
democracia electoral. Pues para que vea, y sufran, con Chávez les ganaron 14
elecciones consecutivas. Con Maduro los oligarcas han perdido dos elecciones.
Entonces, cuál es el “cuento”?
Según ellos, el pueblo
no sabe gobernar. No está capacitado para ello dada su escasa formación académica. Y quién los llevó a ese estado de
supuesta incapacidad para ejercer el poder? Ahora, Lenin en Rusia demostró con
la Revolución Rusa que la administración del estado no es cosa de superdotados
y que el pueblo eleva a cargos de responsabilidad a sus cuadros –hechos o
incipientes- y “sobre la marcha” van desarrollando sus habilidades y
experiencias.
A Maduro lo tildan de “burro”, de “mete patas”, etc, etc, en
un intento de descalificar el proceso revolucionario. Pues bien, para un pueblo
es preferible un ”burro” con sentido de pertenencia con su clase proletaria que
un ”innteligente” oligarca que ejerce el poder en beneficio de su clase
oligárquica y ante los reclamos del pueblo les da represión y balas.
Maduro puede tener falencias de cualquier otra índole,
pero jamás el pueblo esperará que él los traicione. Su extracción de la clase
trabajadora le enseñó quién es el enemigo de clase de su pueblo y por eso se
volvió ”chavista”. Allí reside la inmensa valía de Maduro.
Entonces los ”analistas” burgueses colombianos, que nada
dicen del contrabando de gasolina y de productos básicos, del escamoteo de millones
de dólares en la frontera común, de la invasión narco-paramilitar colombiana,
van a tener que meterse sus escritos por el ”sieso” ya que las multitudinarias
manifestaciones populares en Caracas son prueba de que su pueblo venezolana
sabe muy quiénes son los enemigos y quiénes son los revolucionarios auténticos.
Es llamativo que en los
actuales momentos Venezuela junto con Siria e Irán soportan las amenazas y
agresiones de parte del imperialismo estadounidense. Afortunadamente en la
geopolítica actual el petróleo que los tres países atesoran en su subsuelo
juegan papel fundamental, sumado al interés de Rusia y China que ya resolvieron
enfrentarse al imperialismo gringo.
El imperialismo
estadounidense y sus acólitos arrodillados nativos son los causantes de las
estrecheces que sufre el pueblo venezolano. El anti-imperialismo es la consigna
de hoy igual que lo fue antes. El imperalismo es el enemigo de los pueblos,
tenemos pruebas fehacientes de ello. El imperialismo gringo solo piensa en
satisfacer sus mezquinos intereses.
Para ello recurre a la coacción, a la
compra de conciencias, a los golpes de estados contra presidentes progresistas
y al asesinato con el caso de Torrijos y Roldós y a multiples formas para
impedir que un presidente progresista realice su labor gubernamental.
Apenas los gobiernos progresistas de latinoamérica están en
la fase de la satisfacción de las necesidades básicas primarias largamente
aplazadas por el egoismo imerial-oligárquico. El siguente paso contempla la
nacionalización de los recursos naturales, y en el caso de Venezuela además por
una soberanía alimentaria que vuelva a la población autosuficiente en la
producción de alimentos y productos básicos. Será el pueblo venezolano el que
de acuerdo con el ”análisis concreto de su situación concreta” el que decidirá cuando tiene que dar esos pasos y cómo
los da.
Mientras tanto los ”analistas” colombianos pueden jalonarse lo
que sabemos para seguir con sus mañas onanes, pero no verán la revolución
bolivariana dar ese ”paso al lado” para dejar que lo oligarquía tome el poder.
El poder en manos del pueblo es para legislar en favor de sí mismo. Y punto! Y se acaba este cuento...
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