Cambio Total.
Se terminaron las
sesiones extras para aprobar mediante el mecanismo de fast track los acuerdo alcanzados para implementar la Paz con el
Acuerdo Final para una Paz estable y duradera.
No es que al comenzar
las sesiones ordinarias pase “inevitablemente a segundo plano” el Acuerdo de
Paz, como dice el diario El Espectador, sino que a los congresistas y al
ejecutivo del establecimiento les importa poco aprobar el Acuerdo Final porque
ello significa tener que contar en la arena política con el verdadero enemigo de clase de sus vagabunderías y
corrupción.
Es desde el Estado que
se torpedea la implementación seria del Acuerdo Final. Los congresistas y el
gobierno creen que la guerra nunca los tocará y viven inmersos en su burbuja de
Bogotá y de las capitales regionales, pero se olvidan que es en el campo en
donde se anudan las más fuertes contradicciones en Colombia. Debemos
recordarles que quizás los terratenientes, los ganaderos, los “empresarios del
campo” no podrán volver a desarrollar sus proyectos económicos con la
tranquilidad conque los estaban desarrollando desde cuando las FARC-EP decretó
el Cese Unilateral de Fuegos.
Queda de esta manera demostrado
que no es que el país se haya derechizado, sino que el establecimiento, la
élite en el poder, siempre ha sido reaccionario y confesional, en contra del
pensamiento y los deseos de los colombianos de a pie, una de las razones por las
cuales tenemos una abstención de más del 60% del padrón electoral que no les
seducen las propuestas del establecimiento.
De no implementarse el
Acuerdo Final solo quedaría la alternative dolorosa de volver a la guerra. Guerra
que quizá inmplique para Colombia entrar en una espiral de violencia de
incalculables consecuencias para la clase política ya que al comprobar que son
ellos unos de los “enemigos de la Paz” quizás los convertiría en un objetivo militar.
Volver a la guerra no
afectaría mayormente a las FARC-EP. La organización alzada en armas
está preparada para ”dialogar o combatir”, como dicen en una de sus canciones.
Las FARC-EP le ha apostado, como siempre, a la Paz, pero la visión estrecha del
establishment no es terreno abonado
para las iniciativas de Paz. Qué lástima por ese establishment porque el tren de la historia es extremadamente duro
al momento de juzgar responsabilidades.
Es más importante para la clase política seguir
desarrollando la inconmensurable corrupción, dineros mal habidos mediante el
narcotráfico, las corruptas coimas como las de Odebrecht, y los miles
escándalos de corrupción cometidos con toda la desfachatez del mundo, como
Reficar, SaludCoop, FonColpuertos, El Guavio, DRagacol, Caprecom, Coomeva,
Transmilenio, Vía Girardot-Bogotá, AIS –Agro Ingreso Seguro- de Uribito Arias,
etc, etc.
Vivan sin ver la realidad, señores burgueses. El pueblo colombiano ya ha despertado del letargo en el
que los sumió el Terrorismo de Estado y adelanta decidido la lucha por sus más
sentidas reivindicaciones. Ya vamos reconstruyendo el tejido social
popular, a pesar de que el Terrorismo de Estado en ningún momento ha parado a
pesar de haber estado en un proceso de negociación para alcanzar la Paz.
Queda demostrado que la
estructura del Estado es obsoleta para implementar los cambios que se requieren
en el momento presente. Tocará adelantar la confluencia de todos los
colombianos que realmente queremos la Paz y continuar su construcción, si es
necesario removiendo hasta los cimientos del Estado, hacia una Nueva Colombia
en Paz con Justicia Social.
Hemos llegado al punto
de quiebre. Si quieren guerra, guerra tendrán porque el pueblo no lo asusta la
guerra. Si quieren Paz, la construiremos todos juntos. Somos amantes de la Paz, pero sea en
Paz o en Guerra, el pueblo seguirá fortaleciendo su tejido social.
/HVT
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