Hernando Vanegas Toloza,
Postales de Estocolmo.
Visualizo la Paz que se
vive en Suecia y llego a la conclusión que fue todo un proceso que se
re-construye cada día. Por ejemplo, en los jardines infantiles, en los
pre-escolares, en las escuelas, en la secundaria, en la universidad, se está
reforzando el concepto de PAZ hasta en sus mínimos detalles.
Visualizo la Paz en
Colombia y sé que ese proceso será difícil, complicado y complejo. Solo me
tranquiliza mi espíritu trémulo que sé cuánto quieren la Paz los colombianos,
entre ellos, las FARC. Si no la hubieran querido como la quieren no hubieran
hecho este esfuerzo titánico que los ha llevado a la firma del Acuerdo Final y
al Cese Bilateral de Fuegos.
En esa visualización veo
ríos gigantescos de colombianos marchando hacia la construcción de la Paz. Mas
no es una construcción cualquiera, ella será una construcción metódicamente
extraordinaria. Cada día será un día de avances, avances que como dice el Dr.
Julio César Payán:
“Los nuevos avances no se pueden añadir al edificio compuesto por viejos ladrillos, hay que cambiar los ladrillos y remover también los cimientos”.
Estamos apenas
en la etapa preparatoria. Primero tenemos de derruir el viejo
edificio. Ese viejo edificio que no tolera un remiendo más porque han sido
tantos que la corrupción ha permeado todas sus instituciones con cada ladrillo Viejo
y corrupto que ha remendado su vetusta estructura. Ejecutivo, Legislativo, Judicial,
Militar, Policial. Para hacerlo necesitamos un Partido fuerte, gigantesco, de
millones de militantes y adeptos, rápido, recursivo, capaz, inteligente, humilde,
sobre todo humilde para que no nos aísle de las masas populares y nos nutra de
ellas.
Por ello, no es importante estar en el Parlamento,
nido de corruptos y narco-paramilitares. Mas si se tienen algunos escaños allí se hará sentir la voz
de denuncia acompañada de movimientos de masas. Vamos por todas las alcaldías y
concejos en primer lugar. Un partido se estructura desde la
base, desde lo local a lo regional y de lo regional a lo nacional. Haremos una
marcha de lo pequeño a los más grande, en evolución y movimiento constante.
Iremos hacienda explotar con la fuerza de nuestras ideas las vetustas
estructuras y allí donde exploten esas estructuras allí construiremos las
nuevas estructuras de la Nueva Institucionalidad.
Ésta avalanche humana irá aprendiendo conv la
Pedagogía de Paz a discerner lo fundamental de lo accesorio. Así vamos
avanzando hacia la consecución del objetivo central, la toma del poder para el
pueblo, para su felicidad. En
ese aprendizaje nuestras manos se mancharán, ya están manchadas.
Finalmente, como dice el periodista vasco Unai
Aranzadi: “Tenemos las
manos manchadas. La Paz mancha”. Y su mancha es indeleble.
https://www.facebook.com/cimaestocolmo.suecia/posts/323469051377647
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