Hernando Vanegas Toloza, Postales de Estocolmo.
El Proceso de Paz sigue su curso. Lo hace porque es el sentir y el querer de los colombianos pobres, el pueblo. Qué importa que unos narco-paramilitares agrupados en un partido que ensucia la democracia no hayan entendido la grandeza del momento que estamos viviendo.
Por eso trataremos como un ejercicio mental vislumbrar
los pasos que debemos seguir para construer correctamente ese nuevo país que
queremos. De entre todos los puntos aprobados en el Acuerdo final merece
resaltarse el punto del perdón o Amnistía o Justicia Transicional.
Más que continuar una discusión bizantina con los del
C a-D sobre el Sí o el No en el Plebiscito, debemos prestar atención a casos
supremamente graves que sufren algunos colombianos. La mortalidad Infantil en menores de
5 años por desnutrición o para decirlo más crudamente, por física hambre. Los
casos de la Guajira son aterradores. Ya van casi 60 niños que han
muerto este 2016 porque sus padres no pueden alimentarlos correctamente. La
base de esto es la pobreza y su componente principal, el abandono del Estado. No
podrán decir que es un problema de ahora, todo el tiempo los guajiros, los
wayuú han vivido sin la mano protectora del estado. Lo nuevo es que hay una
situación explosive en ese departamento
y si ese pueblo explota, “ay, ay, mamita mía”.
Mas si es
aterradora la situación en la Guajira, en Bogotá, la capital de Colombia!,
están aumentando los casos de desnutrición infantil. En Bogotá las cifras de
Desnutrición Infantil podría llegr al final de 2016 a 2.958 casos en la
población de 0 a 5 años, o sea, hay una tendencia al aumento ya que en 2015 se
registraron 2.864 casos, según los datos aportados del Sistema de Vigilancia
Alimentaria y Nutricional de la Secretaría de Salud de Bogotá.
Las cifras
nacionales del Instituto Nacional de la Salud (INS) muestran que, hasta mayo de
éste año 2016, 101 niños menores de 5 años murieron por desnutrición o alguna
enfermedad relacionada. Èstas cifras son muchísimo más
preocupantes que los detallitos del Acuerdo Final suscrito entre las FARC-EP y
el Gobierno colombiano.
Otro punto
especialmente importante es la situación de Simón Trinidad preso en las
cárceles de USA, extraditado por el ex-presidente Uribe Vélez, en venganza
porque las FARC-EP no le hizo caso para sentarse a la Mesa con él. Simón
sobrevive en situación aterradora que no se compadece con el estatus que tienen
los Estados Unidos como nación y país desarrollado. Está por verse si el Tío BO
demuestra la realidad de su pensamiento con la repatriación de Simón ya que él
ni es narcotraficante ni participó en la retención de los contratistas
estadounidenses que, entre otras cosas, estaban realizando labores de espionaje
bajo el supuesto de la guerra a las drogas.
Finalmente quisiéramos dejarlos con la siguiente
reflexión de Jhon Carlin:
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