Allende La Paz, Cambio Total.
Ahora la palabreja de moda es ”desescalar”. La usan para
dizque ”desescalar el conflicto” como si eso fuera posible. Si no que lo digan
los familiares de las víctimas del conflicto armado. O las víctimas del
conflicto social-económico-político que sacude Colombia desde hace más de 5
décadas.
Ante esto habría que preguntarse. Quién ”escaló” el
conflicto? Evidentemente que fue el gobierno colombiano, quienes inauguraron –más
bien continuaron- una violencia que venía siendo azuzada por el propio estado.
Recordemos que en el ataque a Marquetalia en 1964 –contra 48 campesinos, entre
ellos dos mujeres- el gobierno ”escaló” el conflicto utilizando 16.000
soldados, la aviación y la guerra bacteriológica con la ”peste negra”,
rubricando la asimetría de la guerra colombiana. Y de ahí en adelante usó ”todas
las formas de lucha” contrarevolucionarias para tratar de ganar la guerra que
ellos mismos decretaron y, que ya todos sabemos, nunca ha podido ganarla y, por
el contrario, ha habido momentos en que la moral combativa de la tropa oficial
ha estado por los suelos, preludio de su colapso.
Si seguimos la verdadera historia colombiana veremos que
posteriormente quien ”escaló” el conflicto armado fue el propio gobierno. Echó
mano de las bandas de narco-paramilitares y los incentivo de tal manera que las
”CONVIVIR” durante la administración Uribe Vélez –más conocido como Uribhitler-
de 12.000 narco-paramilitares se saltó a 36.000 y hasta 40.000 asesinos que
actuaban –y actúan con otros nombres, pero sigen siendo narco-paramilitares- de
la mano de las fuerzas militares-policiales.
La ”profundización” o degradación de la guerra fue –y es-
adelantada por el Estado mismo, cuyos gobernantes adelantan la más espantosa ”guerra
sucia” y ejecutan extrajudicialemnte, masacran, desaparecen, desplazan y roban
tierras, torturan, al punto que la responsabilidad estatal va desde el 83% en
las ejecuciones extrajudiciales y masacres hasta el 97,7% en el caso de las
desapariciones. Para ”lavarse la cara” han utilizado su herramienta impúdica,
los narco-paramilitares, a quienes se responsabiliza de los peores crímenes y
las peores atrocidades, mas las atrocidades parten de un hilo conductor, el
Estado y sus militares.
Se puede ”desescalar” un conflicto como el colombiano? No lo
creemos porque el que lo ”escala” es el mismo Estado y sus gobernantes, quienes
se sienten ”obligados” por sus intereses de clase a seguir la guerra para poder
aplicar las órdenes del imperio estadounidense.
A la sombra de esa ”obligación” se ha criado una serie de
bandidos que usufructúan la guerra. Desde medios de comunicación –El Tiempo,
por ejemplo, desde cuado era propiedad
absoluta de los Santos- hasta ”militares” y ”empresarios” a quienes les
engorda el bolsillo la guerra (cierto, Enrique Gómez Hurtado?).
La ”clase militar” es una de las pricipales talanqueras para
”desescalar” el conflicto. Su negocio y su forma de enriquecerse es la guerra.
Los militares se ”preparan para la guerra en tiempos de paz”. Tienen una sola
política, la guerra, al igual que el Estado. Aparejada van los
narco-paramilitares –ahora llamados por el mismo Estado como BACRIM, en un
intento de ”lavarse la cara” y hacer olvidar los horrores causados por ellos.
De tal manera que para ”desescalar” el conflicto interno
colombiano se tiene que desaparecer la Doctrina Militar conque el Estado dotó a
los militares, la Doctrina de Seguridad Nacional y su nefasto principio de ”secarle
el agua al pez”, ya que ella es el sustento ideológico de los crímenes cometidos
contra el pueblo. Igualmente dotar a unas Nuevas Fuerzas Militares, depuradas
de doctrina foráneas y elementos corruptos y asesinos, de la Doctrina
Bolivariana que contemple al pueblo como su única y verdadera razón de ser.
En segundo lugar, deben ser desmontadas y desaparecidas de
la vida política nacional las bandas de narco-paramilitares, llámense como se
llamen, y castigar a los elementos militares ligadas a ellas, única forma de
garantizar la no repetición de éstas prácticas de Terrorismo de Estado.
De lo que se trata entonces no es de ”desescalar” el
conflicto interno, sino llegar a un acuerdo de Cese Bilateral de Fuegos que pare la
maquinaria de guerra estatal ya que las FARC-EP han manifestado su decisión de
parar ya la guerra, para ya libre del ”ruido” de la guerra, que puede dar al
traste los anhelos de Paz de los colombianos, llegar a un Acuerdo General que
acabe la guerra fratricida entre colombianos.
No desescalemos la guerra porque de esa manera la
perpetuamos. Tenemos es que parar la guerra para ya una vez detenida la
maquinaria de la guerra construir tranquilamente la Paz.
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