Había un país que
estuvo siempre gobernado por enfermos mentales. Producto de su endogamia, al
parecer un gen transmitía los rasgos enfermos a toda esa población. Se salvaban
los pobres porque ellos eran despreciados y solo apreciados cuando querían
conquistarlos para que les dieran el voto. Mas ni aún así. Esos enfermos
mentales no conquistaban a la población precisamente porque los conocían.
Eran bandidos. Se
vestían de frac o de « ganaderos », montaban caballos y usaban un
poncho con el que se secaban su sudor. Para despojar a los campesinos armaban
grupos narco-paramilitares, campesinos que resultaban asesinados por los « 12
apóstoles », uno de los cuales, « Santiago », asesinó más de 50
campesinos en cercanías de Yarumal.
Se enriquecieron
con los dineros ilegales del narcotráfico y montaron sus estructuras para contrabandear
hacia USAmérica cantidades inverosímiles de cocaína. Uno de esos narcos, le
decían el « seminarista », le entregó al capo de capos, « Don »
Pablo Escobar, todas las licencias de aviación que necesitaba para su criminal
negocio, en tiempos en que fungía como director de la Areonáutica Civil.
El sueño dorado
de « Don » Pablo se corporizó en el « seminarista ».
Ascendió toda la escala de la corrupción y la oligarquía tradicional, asustada,
lo subió a la « Casa de Nari », palacio presidencial rebajado a sitio
de reuniones con la mafia. Solo se oían las voces de « te voy a dar en la
jeta marica ! » y cosas similares, y así como hablaba así era su
accionar. Amedrentaba a cuanta persona seria y honesta se le atravesaba,
incluso amenazó a su posible sucesor por boca de « Jorge 40 ».
Los horrores
desarrollados por el Terrorismo de Estado ya son millonarios. 966.000 víctimas
mortales y 5,7 millones de desplazados, desplazados a quienes despojaban de sus
tierras e iban a parar a manos de los tradicionales terratenientes-ganaderos,
representados por la SAC y FEDEGAN, trogloditas que se empecinan en sabotear
los esfuerzos de las insurgentes FARC de buscarle una salida política al
conflicto interno, el cual estalló por las órdenes directas del Imperio y esa
oligarquía tradicional y cipaya –en esa época todavía no había
narco-paramilitares, pero si « pájaros »- y en esas estamos desde
1964.
Guerra contra los
pobres. Guerra de los ricos e imperialistas. Ganancias del imperio y migajas
para los « capataces » de la finca gringa, una república bananera.
Mas como la soledad no puede durar cien años, tampoco la oligarquía y su modelo
económico-político no durará tres siglos. Se caerá estrepitosamente, como se
está cayendo el imperio en el mundo. De a pedacitos, de a desobediencias, los
pueblos del mundo han comprobado que no es cierto que el imperio es
todopoderoso. Ya Vietnam lo comprobó en 1975.
En esas andamos,
y en estos momentos los enfermos mentales oligárquicos están peleando entre
ellos por ver quién queda en la « Casa de Nari ». Santos o Uribhitler
por boca ajena y cuerpo prestado. Pareciera que Santos le va a ganar la pelea
porque ya casi le aprietan las gue...., las que sabemos, y se van a ir él y su
hermano a pagar todos sus crímenes. Nosotros en Cambio Total y Anncol quisiéramos
que fuera Uribhitler para que le tocara sufrir el derrumbe de su poder, poder
que cada día es más que aparente. Y verlo, naturalmente, desesperado buscando a
las FARC-EP para « dialogar », cuando el antes y siempre les ha
ofrecido plomo, despariciones, masacres, ejecuciones extrajudiciales, etc, etc.
Y que conste que este cuento no es el tal Cuento de la Semana.
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