Lo que sucede con el transporte en Cali es una situación bien interesante. Por un lado se encuentran los transportadores asociados en diferentes cooperativas y micro empresas de transporte que vienen desde hace muchos años prestándole el servicio a la comunidad caleña; por otro lado se encuentra Metrocali, que supone ser “una entidad descentralizada del orden municipal, encargada de gestionar el diseño, construcción y puesta en marcha del Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM)”… y cuidado con lo de “descentralizada”, pues es secreto a voces que así como Transmilenio en Bogotá cuenta –contaba- con la monopolización del sistema, algo que te venden como público, pero que finalmente no deja de ser algo privado, de unos cuantos.
Lo que he podido experimentar del servicio de transporte en Cali, luego de más de tres años de vivir en la ciudad, es una serie de empresas transportadoras que cuentan con microbuses que no están del todo en buenas condiciones para prestar el servicio, y por otro lado un sistema que ha sido vendido a la ciudadanía como el mejor experimento del mundo, que no viene a ser más que una orden del Banco Interamericano de Desarrollo.
Sé que en un inicio se contó con la idea de agrupar a esos pequeños transportadores en cooperativas que organizados empezaran a ser parte del SITM, pero como todo, empezaron los problemas, las rencillas, uno que otro muerto, y finalmente quedaron ‘los que tenían que quedar’. Actualmente el descontento, tanto por los usuarios como por los transportadores es evidente, continuamente se presentan bloqueos en las estaciones y tomas de vías, caso como el de hoy, donde organizadamente los transportadores dan muestra de tener el poder en sus manos, de ser mayoría.
En estos momento se ubican bloqueos en los puntos estratégicos de la ciudad, norte, por la entrada a Cali, vía que usan quienes llegan al aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón, bloqueos por Yumbo, donde se encuentra un gran flujo de tracto-mulas que ingresan con mercancía de otras ciudades y de la zona franca, bloqueos por el Oeste, ingreso a la ciudad por la vía al mar, es decir más mercancía, y bloqueos en el Oriente, donde se encuentra la mayor concentración de población trabajadora de Cali… puntos claros, concretos, y cruciales en esta puja por el transporte.
¿Por qué los bloqueos?... la Alcaldía de Cali propone la chatarrización de cientos de buses empleados por estos transportadores corrientes para dar paso a la integración de más vehículos del SITM…
¿Qué opinan los transportadores?... que la cifra que la Alcaldía les está dando no es la justa y que sus vehículos están siendo pagados por debajo de lo que debe ser, como siempre las administraciones ‘tirándole’ a lo de a pie… ¿Qué vienen haciendo los transportadores?... bloqueos, tomas, mítines…
¿Qué viene haciendo la Alcaldía?... contradecirse, y un claro ejemplo fue el ocurrido esta mañana cuando por una emisora local entrevistaban al Secretario de Movilidad quien decía que la medida de pico y placa[1] no se levantaría, y en el twitter del Alcalde, Rodrigo Guerrero, se informaba que si sería levantado, un claro ejemplo del desorden que se vive en la ciudad… ¿Medidas por parte de la administración municipal?... despliegue del Escuadrón Antidisturbios (ESMAD) a lo largo de la ciudad, y el uso del terrorismo mediático… ¿cómo?... con información a través de los medios oficiales de comunicación indicando que por x o y vía están robando, que por tal zona están cobrando por pasar un puente o sino la gente es robada, o que sencillamente no salga, hay encapuchados en las vías… lo que evidentemente muestra el miedo a que la ciudadanía se volqué a las calles a exigir el derecho a la movilidad, pero no cualquier movilidad, sino una movilidad digna, no de animales para matadero, un tema de largo desarrollo que luego podría ser evaluado.
Resumiendo así, esperamos esta jornada de bloqueos termine con concertaciones entre los transportadores y la administración de buena forma, y que no, como dice más de un jefe, ante la preocupación de la impuntualidad de sus trabajadores y la falta de producción, tengan que llegar a ‘voliarles gas’ para que aprendan que no hay que bloquear.
Exigimos servicios accesibles, dignos, y sobre todo no monopolizados y disfrazados de públicos y ‘nuestros’.
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