La proyección de mortalidad en Colombia por enfermedad isquémica del corazón para el 2021 es de 40.414 personas, de las cuales 17.938 serán mujeres y 22.475 hombres. Frenar este aumento crítico es asunto de políticas públicas.
De acuerdo con las estadísticas del DANE, las cifras revelan que en el caso de las mujeres morirán 5.693 más con relación al año 2009, cuando –por causa de esta enfermedad, más conocida como infarto agudo del miocardio– perdieron la vida 12.245. Esto representará un aumento del 46,49%.
En el caso de los hombres, las cifras del 2009 mostraron que 15.373 murieron por esta afección, lo que incrementaría la cifra en 7.102 muertes, con un porcentaje equivalente al 46,19%.
Lo que se revela es un aumento casi del doble de la mortalidad en un periodo de 11 años, aunque el dato es levemente más bajo para el género masculino.
El cálculo se hace sobre la población actual con el ánimo de mostrar el pronóstico en cuanto a número de personas con enfermedades coronarias según sexo para ese momento, sin sacar porcentajes en relación con la población proyectada de igual manera para ese año.
Así lo reveló Fanny Rincón Osorio, directora del pregrado en Enfermería y profesora asociada de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, quien ha desarrollado varios estudios en el área de cuidado cardiovascular. Sus trabajos de los últimos años están relacionados, específicamente, con los síntomas de angina en la mujer y el hombre.
“Se intenta avizorar el impacto de la enfermedad en un futuro mediato y ver cómo, con la evolución propia del sistema de salud en el país, se puede implementar una cobertura que pueda atender esta epidemia en una forma sostenible y con calidad”, explicó Rincón.
La especialista hace énfasis en cuáles son los factores de riesgo cardiovascular en el país. En el 2010 el sobrepeso llegó a un 70,4% y la obesidad a 34,7%. Se proyecta que para el 2015, la prevalencia de sobrepeso en la mujer llegue a 75,3% y a 76,2% en los hombres. Esto indica que este factor de riesgo constituye una epidemia que tiende a ser cada vez mayor en toda la población.
Pero este no es el único factor de riesgo, también se cuentan el sedentarismo, la hipertensión arterial, la glucosa elevada, la hipercolesterolemia y el tabaquismo, aspectos en los cuales las cifras tampoco son alentadoras.
Rincón concluye que las enfermedades coronarias seguirán subiendo de manera crítica, dado que no se ha podido estabilizar la prevalencia de los factores de riesgo y todo indica que las políticas públicas desarrolladas hasta ahora son ineficientes.
La proyección del valor esperado de número de defunciones para el 2021 fue obtenido mediante un modelo en el que se empleó el tiempo como variable explicativa y se usó una variable categórica con los valores “total”, “hombres” y “mujeres”.
(Por:Fin/hesp/sup)
N° 15
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