Cambio Total.
El gobierno y los
medios de comunicación en poder de la oligarquía hablan de las « víctimas »
como si ellos estuvieran « libres de pecado », o como si esas víctimas fueran de
ellos, siendo que el 80% de las víctimas son causadas por el Terrorismo de
Estado, como lo reitera una vez más el Informe Basta Ya! Y a quién afecta el Terrorismo de Estado? Al pueblo. Por qué ese fariseísmo ?
Por qué esa hipocresía ?
En el manejo
ladino y violento del poder está en la base de esa actitud cínica de los
funcionarios estatales. Para ellos, es legítimo que desde el Estado se
adelanten todas las tropelías y atropellos contra los colombianos pobres,
violando todos sus derechos humanos, en tanto si las FARC retienen un « cocotudo »
de Fedegán o la SAC, o a cualquier oligarca-terrateniente-ganadero que roba tierras y explota inmisericorde a los "peones", entonces es
un crímen horrendo y salen a gritar histéricamente que es un crímen de lesa
humanidad porque las FARC se atrevieron a aplicarle justicia a uno de sus
dilectos hijos.
Nos preguntamos
qué es más « horrendo » : Retener un rico y atenderlo a cuerpo
de rey, con whiskey, construcción de campamento confortable, buena comida –no la
que se come regularmente en la guerrilla, sino gallina y buenas carnes-, etc ; o desaparecer un
campesino pobre, o cortarle la cabeza y jugar al fútbol con ella, o
desmembrarlo para que no aparezca nunca jamás, o hacerle el « corte de
franela » ? Que nosotros sepamos, los « secuestrados » -que
no lo son sino retenidos para que paguen su enorme deuda social con el pueblo
por los años de explotación y por la guerra- después de sus « vacaciones »
en la selva regresan a sus casas, con los suyos, y muchos de ellos después van
a visitar a sus « captores ». Claro que hay otros en los cuales se
acrecienta su odio de clase.
Por ello,
nosotros desde Cambio Total cuando hablamos de « víctimas » hablamos
con sentido de clase. Nuestro dolor por las violaciones de derechos humanos que
comete el Estado en representación de los « secuestrables » y del
orden que los representa, mas nuestra opinión de clase no puede ser igual
cuando un ganadero como los Guerra, o los PinedosVidal, o los Guerra de
Antioquia, y... y... o etc, etc, comprometidos con el narcoparamilitarismo y el
Terrorismo de Estado, no es desde luego « echarnos a llorar » por
ellos.
Nuestro dolor es por
los miles de miles de campesinos, indígenas, profesores, sindicalistas,
miembros de la U.P., mujeres, etc, etc, que han perdido sus vidas –el único
bien que tenían- por el Terrorismo de Estado. No somos fariseos. No lloramos a
los « secuestrados » por las FARC o por todas las guerrillas. Esto es
producto de la confrontación de clases que los mismos oligarcas promovían y
siguen promoviendo. Queremos esos sí que los efectos de la confrontación cesen
para los hijos del pueblo y, también, como no, para los oligarcas de todas las
pelambres.
Mas no pretendan
que desde Cambio Total condenemos a las FARC por haber retenido a los que ha
retenido realmente. Los derechos humanos
se aplican en concreto y nunca en abstracto. La oligarquía pretende hablar
de derechos humanos en abstracto. Podríamos hablar de derechos humanos en
general de los genocidas miembros del hitlerismo ? No. Igualmente tampoco
podemos hablar de los derechos humanos de los oligarcas que están comprometidos
por su estado en el Terrorismo de Estado y el narco-paramilitarismo. Que los
tienen ? Naturalmente que los tienen, pero en la guerra que los mismos
oligarcas desataron, los derechos del enemigo son lo menos importante para la
otra parte, como evidencia el Terrorismo de Estado. Máxime cuando la mayoría de
los muertos causados por el Terrorismo de Estado son civiles, no combatientes,
que son asesinados inermes, sin posibilidad de ninguna defensa, crímenes
cometidos por las fuerzas militares-narcoparamilitares estatales.
Ahora bien, los
recientes muertos por el conflicto social en el Catatumbo y la protesta de los
Mineros artesanales fueron causados por el régimen de JM Santos, no han sido
causados por las FARC-EP. Lo cual evidencia que ni el derecho a la protesta
tienen las clases sociales que están fuera del círculo que maneja el poder, y
ese círculo si legaliza en cambio el despojo de campesinos e indígenas mediante
el desplazamiento forzado o el robo del baldíos al propio estado. O sea, los pobres no tienen derecho sino a morirse.
No lloréis muertos
que no son vuestros. Esos muertos son nuestros. No seáis fariseos. No seáis
hipócritas. Nostros los hemos enterrado en sencillas ceremonias populares
porque nuestro sentimiento está palpitante contra el Terrorismo de Estado. Por
eso apoyamos las conversaciones de la Mesa de La Habana.
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