Domínico Nadal, Cambio
Total.
De dónde han salido los asesinos del pueblo colombiano que
han matado más de 500.000 colombianos en la 2a Violencia? De dónde salieron los
asesinos de la 1a Violencia?
Desde
siempre lo hemos sabido. Ya conocemos los carros en que se movilizan. Son
carros con vidrios polarizados a pesar de que por ley están prohibidos. Son
burbujas o motos de alto cilindraje.
Y quiénes
pueden en Colombia tener esos vehículos? Naturalmente las Agencias Secretas del
Estado. Son los E3, F2, Sijin, Gaula, BIM, etc.
En los departamentos de Inteligencia de los batallones y
brigadas se decide la vida o la muerte de muchos colombianos. Una vez decidida
recibe la orden el sicario. Que puede ser de uniforme o, preferentemente, de ”civil”.
Los asesinos tienen diferentes modalidades. Se movilizan en carros, motos o a
pié. Y ejecutan la orden y al pobre colombiano.
Esos sicarios son militares en servicio activo, en uso de
buen retiro, o sicarios de las bandas al servicio del narcotráfico que se les
dió por llamarse paramilitares y que nosotros bautizamos narco-paramilitares. A
veces los militares en servicio activo se disfrazan de narco-paramilitares,
como los ”travestis”.
Y quiénes deciden la política de Terrorismo de Estado contra
el pueblo colombiano? Naturalmente los que ejercen violentamente el poder. Los
presidentes, los ministros de defensa, las cúpulas de las Fuerzas Militares,
siguen una ”cadena de mando” y deciden la ”limpieza” de comunistas,
socialistas, terroristas, etc. En realidad esa es la excusa. La guerra es contra el pueblo para adelantar
sus proyectos como el de ganadería extensiva que les roban la 2 o 3 hectáreas que tiene el
campesino, o los proyectos de palma africana para producir biocombustibles, o
para implementar el neoliberalismo vendiendo los activos estatales a precios irrisorios.
Ya sabemos de dónde salen los sicarios. Siempre lo hemos
sabido. Siempre siembran entre nosotros la ”terronera”. Su retaguardia son los
batallones o brigadas. Allí se
esconden una vez cometidos sus crímenes. Ahí también se esconden los otros sicarios.
Los sicarios que mandan a los otros sicarios a asesinar.
Y cuando
por algún accidente o porque sus crímenes son tan horrorosos que algún
funcionario los captura y los condenan, los envían a las “prisiones” en los
batallones y brigadas. Allí se dan la gran vida. De allí salen a darse paseos a la Costa Caribe,
calro que con permiso de los directores del penal militar. O salen a
asesinar a otros indefensos colombianos cuyos asesinos nunca aparecen porque,
claro, el sicario está “fuera de circulación”, bien escondido en los batallones
y brigadas.
Esa es la retaguardia del Terrorismo de Estado.
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