Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), la superficie continental de Colombia es de 114,17 millones de hectáreas, de las cuales el 44,6% -unos 50,91 millones de hectáreas- es destinado para uso agropecuario.
De esta cantidad de tierras, la ganadería colombiana utiliza casi 38,6 millones de hectáreas, de las cuales, según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, 19,3 millones tienen vocación ganadera y solo cinco millones son de pastos mejorados. El esquema productivo vigente en este subsector hace uso extensivo de la tierra.
El MADR señala que uno de los conflictos en la ganadería es la sobreutilización de la tierra y sus inadecuados usos. Un aspecto que, según Álvaro Jesús Rodas, Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Caldas y especialista de suelos y pastos tropicales, hace parte de un desconocimiento de los productores en agricultura.
“Para hablar de suelos debemos hacer referencia a conceptos clave que abarcan lo social, lo agronómico, la zootecnia y la veterinaria. En ese sentido, es fundamental que el ganadero, antes de ser ganadero, aprenda a ser agricultor, se instruya en la siembra, la preparación de suelos, la fertilización, así como en manejar los pastos como una verdadera empresa”, afirma el investigador.
Desde ese punto, señala que cuando esto ocurra, probablemente tendremos un giro de 180° a nivel de Latinoamérica y será cuando el ganadero pueda decir que la finca le da su sueldo.
“Si supiéramos que nuestros abuelos eran empresarios ganaderos, las actuales generaciones hubieran crecido con el concepto de que éramos hijos de empresarios y no campesinos. Desde ese punto de vista, si logramos demostrar que la ganadería como empresa le puede pagar un sueldo al ganadero, a partir de ahí los hijos de los administradores de las fincas tendrán la oportunidad de ir a la universidad”, dice Rodas.
Actualmente, según lo indica el investigador, no hay comida en una hectárea para sostener un vacuno de 500 kilos; es una herencia que recibimos de los abuelos que no tuvieron una capacitación para el cuidado de los suelos.
“¿Pero ahora cual va a ser la herencia que le van a quedar a nuestros hijos? No todo lo que es verde es pasto y no todo lo que es pasto es comida. Para enfrentar este panorama, debemos capacitar a los profesionales del agro en la práctica real del campo, porque actualmente no tenemos siquiera la comida para media cabeza por hectárea”, señala Rodas.
El Plan Estratégico de la Ganadería 2019, elaborado por Fedegan, tiene la meta de “devolver a la naturaleza diez millones de hectáreas”. La ganadería colombiana hace un uso extensivo de la tierra y es tecnológicamente atrasada pero, a su vez, consume una porción significativa de los incentivos que tiene el sector, especialmente crédito e ICR.
El MADR indica que el buen manejo de potreros y de las técnicas de nutrición y sanidad animal, son clave para mejorar la alimentación natural, que es una ventaja competitiva de la ganadería colombiana.
El experto fue invitado especial a la tercera Semana de la Zootecnia, evento realizado en la UN en Palmira.
(Por:Fin/JCR/CAPG/nics/fgd)
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