La contundencia de la Marcha por la Paz los ha obligado a ”tirar sus restos”. Van con ”al todo o nada”. Es una muestra de desespero de tahúres que saben que la tienen perdida. Saben que después del 9 de Abril no juegan más.
No es que en Colombia el pueblo no tenga un proyecto político. Lo ha tenido y lo tiene ahora. El proyecto ha tenido como base construir una Colombia en paz con justicia social. Mas desde el Estado, que ha sido usurpado por la oligarquía y lo construyó para ponerlo a sus servicio -como en efecto lo ha hecho-, han adelantado el más cruel Terrorismo de Estado traducido en ejecuciones extrajudiciales, masacres, desapariciones, deslpazamiento forzado, cuyas víctimas suman más de 500.000 víctimas.
Ese proyecto político ha tratado de ser borrado del imaginario colectivo a ”punta de plomo, desapariciones, masacres”, es decir, a través del más sanguinario terror que bien hubieran querido tener los hordas hitlerianas en la Alemania fascista. Por ello asesinaron a J.E. Gaitán. Por eso asesinaron a Guadalupe Salcedo. Por ello adelantaron el genocidio de la U.P. Por ello asesinaron a los candidatos presidenciales de la U.P., Jaime Pardo Leal y Jaramillo Ossa. Por ello asesinan a los líderes populares que en su lucha el pueblo lleva a que los dirijan.
Esa es la razón por la cual el sector liderado por los fascistas Uribhitler y su ”peón de brega”, Fachito Santos, tira sus restos en provocación milenaria contra las FARC-EP. Cuántos colombianos han sido sus víctimas en los 8 años de desgobierno del Uribhitler y su peón. No olvidemos que el peón Fachito Santos le pidió al jefe narco-paramilitar Salvatore Mancuso la conformación del ”Bloque Capital” de los narco-paramilitares, pero él no quería que la sangre de los asesinados lo tocara porque él ”le tiene miedo a la sangre”.
Y como están aislados, como están sin las ”mieles del poder” que les permitía ofrecer y feriar los recursos del estado para satisfacer sus apetitos personalistas, recurren a ”vallas” que intentan provocar a las FARC y al pueblo colombiano para torcer el Proceso de Paz de La Habana, continuando con sus acciones de ”vacas muertas” en el camino de la Paz.
Las peleas inter-oligárquicas no debería tocar al pueblo. Mas como es éste pueblo el que en últimas decide sus peleas por el poder, contra él van dirigidas las acciones asesinas de ambos. Y lógicamente contra las FARC-EP como representante de ese pueblo. Mas no podrán. El fascismo no pasará. Los asesinos, por mucho que asesinen, no podrán parar la marcha de la historia porque enfrente tiene a un pueblo enhiesto, valiente, decidido a construir su futuro, la Nueva Colombia en Paz con Justicia social.
No más asesinatos.No más desaparecidos. No más masacres. No más desplazados. No más sangre del pueblo derramado por los que detentan el poder.
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